tag:blogger.com,1999:blog-41978583050272657192024-03-19T05:37:28.221-03:00Cartas Profanas... Luis MattiniLuis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-14535205635888916512011-09-27T12:22:00.004-03:002011-09-27T12:27:36.021-03:00Homenaje a Silvio Frondizi a 37 años de su brutal asesinato<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV-bpC_lfssUcOkXSbW-NUz4gF956YxyHkp1dRh8NAnJVu_CKtKje4G6Xr_OlyI4onedR-jcWv7br5g6DAcE_WesAnF8a-WIEo_CLzGFxKY25cZbPJDYs78OoM-oFcP8n9MHSvglDRB9Q/s1600/silvio.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 197px; height: 338px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV-bpC_lfssUcOkXSbW-NUz4gF956YxyHkp1dRh8NAnJVu_CKtKje4G6Xr_OlyI4onedR-jcWv7br5g6DAcE_WesAnF8a-WIEo_CLzGFxKY25cZbPJDYs78OoM-oFcP8n9MHSvglDRB9Q/s200/silvio.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5657060748205658978" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family:arial;">Silvio Frondizi es, sin dudas, el mayor pensador marxista argentino de todos los tiempos. </span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Nació en Paso de los Libres, Corrientes, en enero de 1907. Abogado, teórico, profesor, historiador y militante. Fundador del movimiento Acción Democrática Independiente (ADI), de Praxis y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR-Praxis), hermano del presidente argentino Arturo Frondizi (UCRI) y del filósofo Risieri Frondizi.<br /></span> <span style="font-family:arial;">En 1954 previó la Globalización y de algún modo el fracaso de la Unión Soviética porque ya en esa época sostenía que ése no era socialismo. <br />Durante la Revolución Cubana, se entrevisto con el Che Guevara quien le ofreció ser el Director de la Universidad de la Habana para difundir desde allí el marxismo en toda América. Sin embargo, Silvio, revolucionario integral como el propio Che, rechazó la oferta porque sostenía que el destino de Cuba dependía de la revolución en toda América.<br /><br />Por esta razón optó por regresar de inmediato a Buenos Aires y participar en la organización de la revolución americana.</span> <span style="font-family:arial;">De Praxis, ese movimiento juvenil marxista cuyo rasgo esencial consistió en que no era ni estalinista, ni trotskista, más bien influenciado del espartaquismo alemán de Rosa Luxemburgo, influido por el guevarismo, el fue su mentor y conformó una cantera de cuadros revolucionarios, la mayoría de los cuales fueron activos en las organizaciones de los setentas.</span> <span style="font-family:arial;"><br /><br />Frondizi rechazó la identificación de gorila hacia los militantes seguidores de Perón pero lo que rechazo enfáticamente fue la caracterización del Partido Comunista que afirmaba que el peronismo era fascismo, explicando que mientras el fascismo era un producto del gran capital y su base la pequeña burguesía, el peronismo, en cambio, era un producto de la burguesía nacional y su base era la clase obrera.<br /><br />También negó el populismo que trató al peronismo como movimiento de liberación nacional, reconociendo, sin embargo, todo el carácter positivo del peronismo como expresión de la burguesía nacional y sostenedor de la organización obrera, sin dejar de mencionar sus limitaciones lógicas en una sociedad burguesa, caracterizándolo como bonapartismo</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">En 1970 se unió al PRT- ERP en los frentes de masas de esa organización (el FAS y el MSB) expresiones políticas en la que aplico todas sus teorías para la revolución. Fue el responsable de las denuncias de la masacre de guerrilleros de ERP perpetrada en Catamarca.</span><br /><span style="font-family:arial;">El 27 de septiembre de 1974 un comando de la Alianza Anticomunista Argentina irrumpió en su casa de Buenos Aires para secuestrarlo, asesinando a su yerno, que intentó defenderlo. Horas más tarde la Triple A se adjudicó el asesinato, informando sobre la ubicación del cadáver de Silvio, brutalmente golpeado y acribillado por la espalda a través de un comunicado público. </span> <span style="font-family:arial;">La triple A lo asesino, pero no pudo detener sus ideas.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Conocí a Silvio, y compartí con él la militancia en Praxis y luego en el PRT-ERP. Gracias a la invitación de Peña Lillo Continente y la colaboración apasionada de Juan Jorge Barrero se re-editarán sus obras dentro de su colección Pensamiento Nacional el año entrante.</span> <span style="font-family:arial;">37 años después Silvio Frondizi continúa su lucha.</span> <span style="font-family:arial;">Un homenaje a un uno de nuestros mas dignos intelectuales es recordar sus ideas.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Luis Mattini</span><br /></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-88212084329814581582011-03-07T10:33:00.002-03:002011-03-07T10:37:15.176-03:00¿QUÉ POLÍTICA HA RETORNADO CON LA CAMPORA? , por Luis Mattini<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglNhjhjEdiEeDB-Xzx4lP2dj3DXZqyKjsO_g6r8SzctdrgX-NaHHSE3VVgYgVHLyfVic2sigGb1pyFH4zmKf5r8DoT8-8kPMr-JsUKHyLe3_zWL7jptWAfI0qBe35SZgxKO85kBqhaOnA/s1600/buzon_alcancia-84137.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 150px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglNhjhjEdiEeDB-Xzx4lP2dj3DXZqyKjsO_g6r8SzctdrgX-NaHHSE3VVgYgVHLyfVic2sigGb1pyFH4zmKf5r8DoT8-8kPMr-JsUKHyLe3_zWL7jptWAfI0qBe35SZgxKO85kBqhaOnA/s200/buzon_alcancia-84137.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5581331462439652802" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="font-family: arial; text-align: justify;" class="post-header"> </div><div style="text-align: justify;"> <span style="font-family:arial;">La política se ha retomado, dicen los kirchneristas y sus aliados de oro, los stalinistas, mirando a su propia imagen en el espejo que se la devuelve, como a Narciso, remozada, recuperada de la catástrofe. Entre paréntesis, no caben dudas que los dos dogmas eternos que creó la humanidad son el catolicismo y el stalinismo; parecen indestructibles. Pero, yendo a tema del título, es al menos extraño alabar el retorno de la política en un país donde el Gobierno vive haciendo trampas legales, desestima a la oposición y sigue pegando después de haber prometido que la nueva ley electoral era para sanear el sistema.</span> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;">Creo que hace más de un lustro<span style=""> </span>que los constituyentes, entre ellos la Cristina y su marido calificaron a los partidos políticos, que poco y nada <span style=""> </span>antes habían sido mencionados en la Constitución, como "instituciones fundamentales del sistema democrático", con lo cual se hermanaron también con el mito liberal del llamado pluripartidismo supuestamente garante de la democracia representativa. Pasada <span style=""> </span>la implosión del 19 y 20 de diciembre, algunos partidos recuperaron parte de sus energías internas <span style=""> </span>pero en su mayoría se dedicaron a las competencias electorales y al trapichuleo de candidaturas. Crecieron como hongos en tierra húmeda los llamados "espacios", como si se hubiese descubierto la Asamblea del Ágora, no en la pequeña Atenas, sino <span style=""> </span>en una gran Urbe como es Buenos Aires. Los límites fueron de los más chirles, fofos, donde lo ideológico serio, de izquierda a derecha, <span style=""> </span>brillaba por su ausencia, bien parecido a la típica fatuidad del mundo el deporte. Si hace décadas algunos pensadores franceses habían enunciado que la política se había transformado en espectáculo, ahora, por lo menos en Argentina, la política se transformó en un evento deportivo. Los políticos parecen jugadores hablando de la mala o buena suerte en la cancha. Les falta el detalle de mascar chicles y torcer un poco más la boca para responder a los reporteros. La cara, ya la tienen. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span>Por eso es que hay que tener muy en cuenta que esta pretenciosa idea de esa supuesta recuperación de la política no parte de la información fehaciente sobre la batida de todos los records conocidos en cantidad de partidos oficializados durante el gobierno de Kirchner, se calcula entre setecientos y ochocientos. Así es como se mantiene en el país un aparato partidista enclenque que, sin embargo, aparenta reunir mucha gente. Pero lo curioso es<span style=""> </span>que si bien se dice que<span style=""> </span>uno de cada tres ciudadanos está afiliado a algo, es bien difícil encontrar a una persona que te indique la dirección de un local partidario. Esta tremenda burocracia partidaria debería ser un llamado de atención<span style=""> </span>sobre la amenaza de una calamidad en la burocracia estatal futura. Es decir, si así son los simples afiliados, qué no serán cuando asuman cargos en el Estado. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;">Vistas las cosas de este modo, se comprende que el supuesto fortalecimiento de la política, la supuesta recreatividad, no es la señal de un resplandecer colectivo sino de la constitución de<span style=""> </span>facciones kirchneristas y sus flamantes aliados, estos stalinistas que ahora se lavan definitivamente las culpas de la Unión Democrática,<span style=""> </span>agrupadas en torno al aparto del Estado.<span style=""> </span>Muchos son empleados públicos y de esta manera se están repitiendo, no las mejores experiencias, sino algunas de formas más negras del peronismo, como recuerdan nuestros padres y abuelos. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Están vendiendo un buzón: pretenden que estos hechos pueden compararse con las épocas de las juventudes políticamente comprometidas de hace varias décadas, digamos de los sesenta o setenta. Pero olvidan que aquel compromiso, cuyo símbolo fue el Mayo<span style=""> </span>francés, no toleraba, ni por asomo, ni un atisbo de frivolidad. No había lugar para los émulos de Tinelli o Mirtha Legrand. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Claro que los rasgos nostálgicos de esta comparación ya que la inaudita – y sobre todo <span style=""> </span>inédita-- banalidad contemporánea, presente desde el estadio de River Plate, pasando por el diario La Nación, publicando suplementos tilingos, <span style=""> </span>incluída cierta sospechosa vulgata en relación a la remodelación del <span style=""> </span>Teatro Colón hasta, por supuesto, la Televisión, nos deja un poco como viejos gruñones. No hay nada que nos venga bien. <span style=""> </span>Sólo que en nuestra juventud tampoco hubo nada que nos viniera bien y por eso nos hicimos guevaristas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Que los jóvenes supuestamente hayan vuelto a la política de la mano de una organización juvenil que lleva el nombre de un político conservador, no es poco detalle de época. <span style=""> </span>Que Héctor Cámpora fue quizás una excelente persona, que tuvo el mérito de firmar el decreto de liberación de los presos políticos en 1973, <span style=""> </span>no quita que era un conservador. Pero eso nos recuerda que el Frejuli fue a elecciones nada menos que aliado de los conservadores mágicamente llamados “populares” ¿Ha olvidado Ud. a Solano Lima? <span style=""> </span>Curioso, los peronistas comparten con los stalinistas su capacidad para hacer <span style=""> </span>buenas migas con los conservadores y los militares, con quienes socialmente no tienen nada en común, en proporción directa a su tirria a los <span style=""> </span>radicales, con quienes en realidad son casi sus primos hermanos. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Pero lo que el mentor de la Cámpora debería estudiar <span style=""> </span>más a fondo es a los intelectuales que apelotonan en ese árbol diciendo que aquellos <span style=""> </span>“pensaron” y preguntando a los jóvenes que habrán de e hacer ellos. Recordemos de entrada que los allí nombrados, en su mayoría, primero actuaron, luego pensaron, porque eran, como el Ché, como nosotros, hijos de una época de acción. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Digamos que más allá de eso, sería interesante que el Kirchnercito, ese joven que monitorea la Cámpora, se molestara a leer a alguno de sus recomendados.<span style=""> </span>Por ejemplo Jaureche, ¿Recuerda Ud. que este tozudo vasco le dio un portazo a Perón? Además con solo leer cualquiera de los libros de Jaureche veríamos que él sería el primero de reírse a carcajadas de esa pantomima llamada “despertar de la política” <span style=""> </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span>Pero veamos dónde va la Cámpora, y veamos que no es caprichoso usar ese nombre.<span style=""> </span>Porque, por ejemplo,<span style=""> </span><span style=""> </span>Aramburu y Rojas fueron sin dudas el súmmum del <span style=""> </span>gorilismo, por su parte Arturo Frondizi se hizo cargo del concepto burgués de <span style=""> </span>desarrollo, ese sueño pequeñoburgués del que quedará pegado, sin poder realizarlo <span style=""> </span>hasta hoy Fidel Castro, a pesar de las advertencias del Che sobre<span style=""> </span>el tema. Pero, siguiendo la onda argentina, aparecerá Onganía portavoz del corporativismo conservador. ¿Qué “representó” entonces el conservador<span style=""> </span>Héctor Cámpora?. Como inesperado presidente aportó la práctica de copar. Si Lenin fue el autor de la teoría del asalto al poder, el Tío Cámpora engendró en sus seguidores la tentación del “copar”. Digamos que es una práctica bien sindicalista. Parece ser que aquellos a los que Perón Llamó “imberbes” imaginaron que el Tío sería <span style=""> </span>capaz de llevar remolcado a Perón hacia la "patria socialista" por medio de una serie de copamientos; sólo que no contaron con el hecho de que Perón no sólo vivía, sino que poseía una notable lucidez y así mientras los camporistas del 73 se dedicaban boludamente a tomar edificios estatales como remedo de territorios liberados, para luego con Perón en la presidencia, volcar al país al socialismo nacional, el líder justicialista amarraba fuerte a los que él consideraba los verdaderos peronistas. ¿Habrá algo de eso ahora?. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Repetimos por las dudas: Gobernar era para ellos ocupar espacios físicos, territorios estatales, reparticiones públicas, sobre todo las formales, Universidades, palacetes, guarderías, nada de cuarteles, comisarías<span style=""> </span>o <span style=""> </span>ministerios del interior o de economía. Los civiles armados que habían contribuido en forma determinante a la caída de Lanusse bajo diversas siglas luego reunidas bajo la denominación Montoneros, se unieron a desfilar con los hermanos de uniforme de igual color, azul, claro, <span style=""> </span>en lo que se llamó “Operativo Borrego” </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>Oh paradoja, Oh historia implacable!!!<span style=""> </span>El general Perón, sutil estratega, sin dudas un gran estadista, no se dejó engañar por el azul de los uniformes montoneros a pesar que tenia motivos de sobra para precaverse del verde oliva que estaba asaltando cuarteles en serio, no, Perón defenestró sin piedad a su fiel colaborador el conservador Cámpora y regresó al sillón presidencial de la mano de un sórdido personaje de la política, un tal Lastiri. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;">Regresó la política y el debate, bardean hoy muchos simpatizantes del Gobierno. Pero no siempre está claro a qué debate se refieren. El kirchnerismo es una corriente peronista vertical, quizás la más vertical de todas, porque el ex presidente fue uno de los peronistas <span style=""> </span>más absolutistas (al extremo que en cierta oportunidad De la Sota los trató de estalinistas) lo cierto es que todas las grandes decisiones que adoptó desde el poder, las buenas y las malas; lo mismo que las principales candidaturas, siempre fueron de cúpula, bajando el pulgar en forma alevosa.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;">Claro que en todas esas situaciones gozó de un entusiasta <span style=""> </span>respaldo de la militancia, lo cual, a mi criterio, pareciera mostrar que la adhesión de los stalinistas se explica porque el kirchnerismo es profundamente stalinista. Así, se puede ver con claridad que en la acción común con los demás sobresalen las<span style=""> </span>expresiones mucho más esmeradas en descalificar a los oponentes que en convencerlos. Eso es esencia del estalinismo. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" face="arial" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;">Se puede reconocer que algunos debates parlamentarios tuvieron momentos interesantes, la re estatización del sistema previsional o el tratamiento del matrimonio gay, por ejemplo, pero en los asuntos específicamente vinculados con la política, reaparecen los peores vicios, la antigua maña de discutir reglas de juego en medio del partido. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; text-align: justify;font-family:arial;"><span style=""> </span>La forma clásica y popular de definir la labor de la Cámpora supuestamente atrayendo a los jóvenes a la política, quiero decir la manera tradicional de definir esta increíble estafa, sería decir<span style=""> </span>que<span style=""> </span>los jóvenes están aprendiendo a hacer politiquería </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; font-family: arial; text-align: justify;">En otros lugares que no sea en esa militancia, la expresión "la política" a veces adquiere una connotación negativa, porque<span style=""> </span>con cierta frecuencia adolece de enfoques ideologizados disfrazados de verdades objetivas. Es una confusión similar a la expresión “apolítico” para decir “apartidario”. En realidad no se trata de que la política deba re-prestigiarse, la burguesía y el populismo, bien ayudados por los estalinistas, <span style=""> </span>han hecho un trabajo destructivo excepcional. Eso que parece política y que está a la vista, eso que vemos y creemos conocer,<span style=""> </span>es sin dudas, como dicen los italianos, una merde.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-top: 7.5pt; text-indent: 35.4pt; background: none repeat scroll 0% 0% white; font-family: arial; text-align: justify;">No, no se trata de re-prestigiar a la política. En realidad de lo que se trata es de que la política está en otra parte, frase esta que se la tomo prestada al título del libro de López Echague. De lo que se trata entonces, es de saber dónde está la política y encontrarla, como lo hicimos cuando seguimos al Che.</p><div style="text-align: justify;"><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" >Especial para La Fogata</span></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-44406674627876824892010-03-25T14:35:00.002-03:002010-03-25T14:40:01.386-03:00El camisón de la historia; por Luis Mattini<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieRuJIYBNdJD4ZflMDK0TbmN4nz44wNJjwuxFeMo4m8QGPSAn0iZUb2Yw-WUxZx7bI7Lu3MSypQyg9By5hq6wP4ZE4VDiCzAoh7A0MgpPEgIORmSP6TbCzLfmfUl9ewh7v9Nq4vSc21yo/s1600/luis13.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 174px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieRuJIYBNdJD4ZflMDK0TbmN4nz44wNJjwuxFeMo4m8QGPSAn0iZUb2Yw-WUxZx7bI7Lu3MSypQyg9By5hq6wP4ZE4VDiCzAoh7A0MgpPEgIORmSP6TbCzLfmfUl9ewh7v9Nq4vSc21yo/s200/luis13.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5452627210593431602" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Si hay una disciplina bastardeada en la Argentina actual es la historia. Francamente está más bastardeada que la Política, que es mucho decir. ¿Exagero? Fíjese, a pesar de la extrema corrupción, no conozco ningún político que llegue a la megalomanía de autollamarse “estadista”. En cambio es común ver como los licenciados, doctores o profesores de historia se hacen llamar “historiador”. Igual que muchos graduados en filosofía se hacen llamar “filósofos”. ¿Es posible mayor megalomanía o mandada de parte? Quizás en otra oportunidad podamos tratar en detalle de ese fenómeno, también comercial, hoy monopolizado por un talentoso comerciante del ramo, que no nombro para no contribuir a hacerle publicidad, quien al parecer, además de poseer un verdadero mercado de pulgas de la historia, la Biblia junto al calefón, ha tenido la virtud de crear entusiastas seguidores.<br />Pero para lo que me interesa ahora, digamos que una de sus consecuencias de este manoseo es que autoriza a algunos graduados en historia, a simplificar la realidad con supuestas categorías propias de esa disciplina, las cuales suelen ser, en rigor, sólo frases más o menos ingeniosas.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">El caso que me ocupa es una nota publicada en La Fogata titulada: “Están los que quieren ver a Cristina en camisón”, en la que la autora comienza afirmando que una buena herramienta para entender la historia en movimiento es preguntarse a quien beneficia y a quien perjudica los hechos analizados. Esa forma de pensar, —¿Será eso un sofisma?— me cae igual a aquel juicio que decía que la verdad o error de un hecho social o político se verifica por los resultados.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">¿A esa manera de razonar se la llamaba pragmatismo, creo? “Si funciona es bueno” decía un personaje de Jack London. Y es sabido que el pragmatismo es la filosofía estadounidense por excelencia ¿No? Sin embargo, lo que no siempre se tiene en cuenta es que esa filosofía impregnó también el stalinismo, a partir de la descontextualización de la expresa admiración de Lenin por el “sentido práctico norteamericano”.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Pues de ser así, quiero decir como propone la autora, si por ejemplo aplicamos esa herramienta de valorar a quien benefició y a quien perjudicó la praxis del Che y el PRT-ERP en las décadas del sesenta y setenta, estaríamos sonados, porque, según el PC, tanto la acción en Che en América como la del PRT-ERP en Argentina, perjudicaba al proletariado que se encontraba a la espera de la trascendencia de la revolución.<br /><br />Por algo el PC nos acusó de “pequeña burguesía desesperada” y de “agentes de la Cía”.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Sin embargo nosotros estábamos convencidos —y aún lo estamos a mucha honra—, que el condenado “foquismo” circunstancial de Guevara que supimos recoger y ejecutar “a la nuestra”, reflejaba la inmanencia de la acción, el sentir como propia la bofetada en el rostro hermano, aquí y ahora, no a la “espera” de la trascendencia de la revolución democrático burguesa, y a la “espera” de la revolución proletaria en un futuro por demás incierto.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Era el “en principio fue la acción” de Goethe, reemplazando aquel “en principio fue el verbo”. Las del Che y la nuestra eran la verdad de la acción y no la verdad del resultado, era la libertad como acto y no como estado. Corolario: la “verdad” fue la lucha, y en esa “verdad” ganamos lo que no nos pudieron quitar nunca a pesar de las torturas, las cárceles y los asesinatos. Porque nunca fuimos tan libres como en aquellos años, así como nunca perdimos tanto la libertad como ahora, en pleno Estado de Derecho, en pleno disfrute de las garantías políticas constitucionales. .</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><br /><br />Pero claro, es evidente que estas consideraciones, —que se van de palos con los manuales de marxismo, más aún con los discursos populistas, ambos impregnados de liberalismo—, no son compartidas por las academias, ni ahora ni antes. De modo que debo dejar estas abstracciones que regían los corazones idealistas libertarios guevaristas y tomar el carril de sensatez materialista por el que se desliza el artículo que estamos comentando. Este carril tiene en común con los setentas el llamado a no ser “subjetivo”, no hablar al divino botón e ir a lo “concretito”. El culto a lo “concreto” es una de las peores herencias de los setentas, por lo tanto tengo mucha práctica en esa manera de analizar.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><br /><br />Allá vamos entonces, vamos a aplicar esa herramienta. Nos preguntaremos “en concreto” a quien beneficia la política del gobierno actual y a quiénes benefició la política de Perón en los cincuenta.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><br /><br />Primero lo actual: como lo actual está lejos de ser historia, tengo la misma autoridad que la autora para transmitir mi lectura de esta realidad. De modo que empiezo afirmando que la destrucción de la agricultura por el monocultivo de soja, los estragos en regiones enteras de la Cordillera de los Andes por la depredación de minería a cielo abierto, los combustibles y sus industrias afines, más el privilegio a la industria automotriz que hace cada vez más invivibles las grandes ciudades; todos estos componentes esenciales del modelo productivo heredado del menemismo, pero fuertemente impulsado por el actual gobierno una vez establecida la gobernabilidad que logró Duhalde después de la crisis del 19 y 20 de diciembre.<br />Este modelo productivo beneficia en primer lugar a los inversores en esos rubros... salpica con sus migajas a los asalariados ocupados en ellos, claro está...ah... y también nos beneficia a los empleados del Estado Nacional porque los ingresos fiscales obtenidos permite al gobierno pagarnos regularmente los salarios. O sea que yo soy uno de los beneficiados. . . sólo en el sentido de afortunado trabajador del Estado, como veremos en seguida.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Porque los perjudicados son en primer lugar los campesinos o la población rural desplazados, sea por la soja o por la minería, transformados en “pobres de la ciudad”, hacinados en las villas de emergencia. Luego cientos de miles de trabajadores. Desocupación y precariedad laboral y los constantes bajos salarios propios de un país que avanza hacia el monocultivo y la monoprodución. Por otra parte, la ausencia de una enorme masa de ciudadanos sin poder de consumo perjudica a un gran sector de la real clase media, es decir, al pequeño comercio. Luego el conjunto de la población —y en esto me incluyo, a pesar de ser uno de los beneficiados por los recursos del Estado— que padecemos la destrucción de los ferrocarriles, transporte públicos calamitosos, falta de hospitales, escuelas, premios a los barrabravas en vez de a los buenos estudiantes, y en general la pérdida de todos los beneficios del estado de bienestar, porque una parte los dineros que deberían dedicarse a eso, se adjudican a contener miserablemente a la masa de desocupados que fabrica este modelo. Pobres, pero contenidos.<br /><br />No debe olvidarse que desde hace más de un lustro, el país ha tenido los mayores ingresos de las últimas décadas.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Como si todo esto fuera podo se corre el riesgo de caer en una de las peores dependencias: el peligro de perder la soberanía alimentaria no es una expresión de los extremistas militantes de la ecología.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Respecto a la “época de Perón”, que ya es historia, debo confesar que voy a permitirme opinar como un aficionado a la historia, que es una de mis mayores pasiones. Pero aprendí a seguirla más por el lado de la literatura ficción que por los sesudos papeles. “El 93” de Víctor Hugo es una insoslayable pintura de la Revolución Francesa, así como “Santa Evita” de Tomás Eloy Martinez, transmite mucho más sobre la figura de Eva Perón, que las toneladas escritas por los curanderos sociales.</span></span><br /><br /> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Pero además, en este caso, tengo la ventaja de la edad, Viví la época. La gocé en lo económico y social; la sufrí en lo político-cultural. (Precisamente por el aspecto “político-cultural” ni soy peronista ni hago la apología de Perón, aquí intento testimoniar con “objetividad”) Por otra parte rechazo ese alarde de “ver con mis propios ojos” como supuesta garantía de verdad. Pero ya he aclarado que aquí me he puesto en el mismo carril y por lo tanto uso a desgano ese elemento clásico del simplismo de la historia que se utiliza creyendo en la superioridad de la “objetividad” del testimonio frente a otros recursos investigativos.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><br /><br />Si tanto valor tiene el testimonio, aquí va: me consta por “haberlo visto con mis propios ojos”, que los grandes beneficiados del peronismo clásico fueron , la clase obrera industrial, tanto por los beneficios materiales como, sobretodo, por su dignificación social; luego la llamada burguesía nacional, los asalariados en general, en especial los olvidados obreros agrarios, el memorable “estatuto del peón”. Respecto a los “perjudicados” (relativamente, claro, tan relativo que podríamos hablar más bien de los “molestados”) fueron los capitales ligados al extranjero, la oligarquía agraria , en cierto modo la clase media, porque si bien recibió los beneficios materiales que disfrutó toda la población, “perdió” “status social” al quedar igualada a la clase obrera, con la que tuvo que compartir casi sus mismos espacios. Ni hablar de las obras públicas emprendidas por el Estado en esa época.<br /><br />No me alcanzaría la Página completa para enumerarlas.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">¿Que eran otros tiempos? ¡Pare!, ¡pare!, no me cambie el sujeto en discusión. No estamos analizando las causas, sino rebatiendo una disparatada comparación de la autora, cuando compara al próspero matrimonio Kirchner con el estadista Juan Domingo Perón. Con esto quedan claras las diferencias que ponen en evidencia el error de la autora cuando escribe: “El gobierno actual y el del período anterior de Néstor Kichner es hasta ahora la expresión aggiornada de lo que planteaba el peronismo de los años 40 / 50”. Al menos que se entienda que “aggionar” quiere decir hacer lo contrario.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Aclarado esto también puedo opinar cambiando ese sujeto y hablar un poco de las causas.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Si, eran otros tiempos. Tiempos de grandes avances del Movimiento Obrero, tiempos de revolución.<br /><br />Tiempos en que el capitalismo oponía al peligro comunista, el Estado de Bienestar, asunto este que fue la razón de ser de un coronel convertido en sagaz político.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">¿Que Perón gozó de mayores recursos ? Pues esto es al menos discutible o al menos se puede hablar de valores relativos. No se debe olvidar que el Gobierno de Perón no sólo repartió parte de la riqueza acumulada por medio de la suba de los salarios, sino que, sobretodo, dio un formidable impulso a la industrialización ligada al mercado interno como eje del modelo productivo. ¿O acaso no sabe que durante esa década no existían los “planes trabajar” o los llamados “jefas y jefes” sino plena ocupación con gran impulso al mercado interno. ¿Algún parecido al modelo actual? ¿Sabe que si Ud habla de “mercado interno“ lo tratan de “cursi” o de “nostálgico” del 45? ¿No me cree? Pregúntele a Pino Solanas.<br /><br />Podríamos imaginar que quizás a Cristina no le alcancen los recursos para construir 100 hospitales y 1000 escuelas ni un “tren bala” Pero bien podría hacer 10 hospitales, 100 escuelas y poner en marcha el sistema ferroviario ya existente. Desafío a los economistas a que hagan uso de sus saberes y realicen un estudio comparativo serio, porque a ojo de buen cubero, se podría vislumbrar que los recursos pueden compararse.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Bien, la autora, que paradojicamente es presentada como “historiadora”, acude a la difunta “burguesía nacional” ¿No se enteró que un rasgo de la llamada “globalización” es la desaparición de la famosa “burguesía nacional”, la que en parte fue destruida y en una parte muy importante se convirtió en gran burguesía sin fronteras? Si somos tan “concretitos” habría ponerle nombre y apellido cuando se habla de esa clase. ¿Se referirá a Amelita Fortabat, a los agronegociantes, a los productores de glisofato, a los Macri, a los Roca, a Bunge y Born, a los ganaderos? A lo mejor se refiere a Página 12 o al almacenero de la otra cuadra, porque no puedo creer que se refiera al empresario Moyano.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><br /><br />No ya como testigo sino como lector de pensadores, como reflexión propia, digo que el llamado neoliberalismo, globalización, y todas esa modas lingüísticas , no es más que la expresión de la consumación de la hegemonía mundial del capitalismo. Sin dudas que, cumplida esa hegemonía, parece haberse iniciado una nueva etapa de consolidación de la misma que necesita de un nuevo modelo de dominación política todavía no acabado, Es por eso que a los nuevos gobiernos latinoamericanos se los califica de post-neoliberalismo, sin especificar cuáles son sus rasgos: ¿Capitalismo vegetariano?,¿Transición al socialismo?, ¿País vivible?, ¿Monarquia socialista?</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Finalmente lo que resulta más insoportable es el maniqueísmo que dicta: o con Cristina o con la “derecha”. O este gobierno o las “camarillas opositoras”.<br /><br />Que yo sepa lo contrario a derecha es “izquierda”. Y es cierto que la izquierda está en el punto mas bajo de prestigio en su historia a punto tal que se ha perdido el sentido de la palabra, pero aun así, no me parece a que a Cristina pueda calificársela de izquierda, y si en cambio puedo observar que la camarilla gobernante no tiene nada que envidiar a la “camarilla opositora”, empezando por sus aliados de los cuales el empresario automotriz Moyano es paradigmático.</span></span> <span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Y esperando ya oír el calificativo de “bipolar”, regreso a mis especulaciones subjetivas y a mis impulsos inmanentes, negándome a caer en la propuesta de Fausto, pagar la libertad del cuerpo con la entrega del alma.</span></span></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-5032429903469617772010-02-22T19:06:00.003-03:002010-02-22T19:10:01.502-03:00¿Una Quinta Internacional bolivariana?; por Luis Mattini<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5NFW4sqLOKrW-P40Lfh7PsgYHNyifq0iWbUTw4_uIpnyH-LyFQ0wYDwDePJQal4gstyfUpLTDZs49TQUU37E91kmPoGV08QzhLDK8w4WSOWMaOo6fdDQBdxwNOorM-HacFcEPUUfXV1g/s1600-h/luismattini.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px; height: 154px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5NFW4sqLOKrW-P40Lfh7PsgYHNyifq0iWbUTw4_uIpnyH-LyFQ0wYDwDePJQal4gstyfUpLTDZs49TQUU37E91kmPoGV08QzhLDK8w4WSOWMaOo6fdDQBdxwNOorM-HacFcEPUUfXV1g/s200/luismattini.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5441193280484194578" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"> Partimos del hecho indiscutido de que las guerras de la Independencia en América significaron la constitución de los Estados Nacionales afirmando el desarrollo capitalista en este continente. Eso quiere decir que, desde el punto de vista del mito del progreso, se suponía que frente al “atraso” de las sociedades americanas, los llamados patriotas fueron los representantes del “progreso” de origen europeo de aquella época. Pero claro ese también es nuestro punto de vista… digo el que aprendimos nosotros, los criollos, o sea los descendientes de no americanos nacidos en América. ¿Se nos ocurrió pensar alguna vez que podría haber otro punto de vista, además del de los colonialistas españoles?<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Me atrevería decir que no. Porque me atrevo a decir que nunca nos lo fue planteado por nuestro sistema educativo, ni la línea liberal ni la línea revisionista. Nunca se lo escuché a mi maestra sarmientista, pero tampoco a Hugo Wast ni a sus sucedáneos “de izquierda”, como Hernández Arregui o Galazzo. </span> <span style="font-family:verdana;"> Sin embargo existe al menos otro punto de vista muy importante y es el de los pueblos aborígenes. Para ellos, nuestros patriotas formaban parte de la opresión colonial y, en todo caso, las guerras de la Independencia fueron guerras en el intestino del orden colonial. Cierto es que en el alma de algunos patriotas estaba incluida la preocupación por los indígenas, cierto es que había quienes incluían en la liberación nacional la redención de los pueblos aborígenes, sobre todo los jacobinos como Castelli o Monteagudo, pero no era el centro de las preocupaciones de la mayor parte de los patriotas ya que ellos representaban a las clases dominantes criollas. Y para colmo los hechos posteriores a la creación de los estados independientes confirmaron la desconfianza o los “prejuicios” de los indígenas: en la mayoría de los casos, esas clases dominantes, ahora en el poder político, fueron iguales o peores que los españoles respecto a los aborígenes.<br /><br /> </span> <span style="font-family:verdana;"> Y de esto no escapa ni el mayor héroe criollo de América, Simón Bolívar, uno de los fundadores de Estados Capitalistas. </span> <span style="font-family:verdana;"> Más allá de sus declaraciones incluyendo a los indígenas entre los ciudadanos a emancipar, lo cierto es que Bolívar promovió, y luego aceptó de buen grado, la separación del llamado entonces Alto Perú para fundar la república que lleva nada menos que su nombre: Bolivia. Así se dio una de las grandes paradojas de América, una de las regiones de mayor presencia aborigen, de la parte más antigua y de extensas y muy ricas culturas precolombinas de Sudamérica, sólo comparable con México, la actual Bolivia, lleva el nombre de un conquistador, mientras que ese paisito, compuesto en su inmensa mayoría por criollos de tradición democrática, no se llama “Artigias”, sino que lleva con legítimo orgullo un nombre aborigen: Uruguay<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Pero un detalle no menor fue que Bolívar no sólo propició la división del Perú porque, entre otras cosas, era una amenaza para su muy criolla “Gran Colombia (fíjese que nuevamente la manía con los nombres europeos: Colón) sino que redactó la primera constitución para la flamante república de Bolivia, cuyo texto expresaba una mezcla de principios del republicanismo liberal con la defensa contra el desorden que, según él, amenazaba los logros de los libertadores hispanoamericanos, en particular, como queda dicho, el destino de la Gran Colombia, que en apariencia se mantenía tranquila pero en la que desde hacía poco se estaba oyendo un creciente coro de quejas.<br /></span><span style="font-family:verdana;">Bolívar llegó a la conclusión de que era necesario enderezar la balanza a favor de la estabilidad y la autoridad; y la constitución boliviana fue la solución que dio. La característica más importante de la constitución fue la prescripción de un presidente vitalicio que tenía el derecho de nombrar a su sucesor; como una monarquía constitucional, cuyos poderes legales estaban estrictamente definidos, nobleza obliga reconocerlo, pero que a la vez tenía un muy amplio potencial de influencia personal. Este invento se complementaba con un complejo congreso de tres cámaras una de las cuales era la Cámara de Censores. El tono general de la constitución era una mezcla apenas convincente de cesarismo y aristocraticismo. En Bolívar ni el jacobinismo ni la vocación democrática parecían su fuerte, menos aún el internacionalismo.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Bien, los historiadores dicen que el libertador tuvo sus razones; La necesidad de orden, frente al lógico caos post guerra revolucionaria, era la principal, pero entre las no menores, estaba también el hecho que las clases dirigentes de esa época consideraban que los pueblos de Iberoamérica no estaban maduros como los anglosajones para ejercer la plena democracia.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;">Bueno, uno no quiere ser mal pensado, pero a juzgar por los hechos parece que ese prejuicio sigue firme doscientos años después. Tenemos síntomas de monarquía en Cuba, re-re-reelecciones lamentablemente tanto entre los progres venezolanos, como entre los reaccionarios colombianos y en varios países; además estamos llenos de padres protectores. Ni hablar de esa clase bien llamada “despotismo ilustrado” que existe no sólo en Argentina, sino en toda Iberoamérica.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Pero Iberoamérica no es solo las guerras de la independencia, es toda una historia de luchas posteriores, con harta frecuencia impregnadas de clasismo pero disfrazadas de “nacionales y populares”, envenenadas de nacionalismo, ese indigesto invento europeo que hemos sabido importar sin el debido asco. La revolución mexicana es el máximo ejemplo seguido por la fresca revolución cubana. De allí tenemos figuras alejadas de intereses de la burguesía, de los Estados nacionales; como ser, Pancho Villa, Zapata, Sandino, el Che, Camilo, el subcomandante Marcos y otros hombres saludablemente ajenos al nacionalismo. ¿José Carlos Mariátegui me recuerda Ud.? Ah si, claro…incluso él, a pesar de su desdén por los criollos descendientes de africanos, escrito en su séptimo ensayo de interpretación de la realidad peruana. </span> <span style="font-family:verdana;">¿Por qué entonces Chávez, desde Venezuela, llama a crear la Quinta Internacional bajo la inspiración del patriota Bolívar, creador de Estados nacionales, o sea lo contrario al internacionalismo? ¿Por qué, si su llamado es sincero, no se inspira en los revolucionarios de Nuestra América?</span> <span style="font-family:verdana;"> ¿O es que todavía no hemos superado el contrabando stalinista que supimos comprar a pesar de nuestras críticas al stalinismo? Me refiero a ese contrasentido llamado “Patria Socialista”, base de la pretendida “vía estatal” al socialismo, la que en última instancia fue en la URSS y en China, la ”larga vía hacia el capitalismo”.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Convengamos que el improvisado Chávez puede decir lo que se le ocurra repitiendo unas re manidas frases marxistas. Convengamos que está imitando a los cubanos, sin ver que Cuba se aleja cada vez más del marxismo para acercarse al espejo del Estado Teocrático Norteamericano, en forma de sutil monarquía. Pero lo asombroso es que viejos militantes, gente que como yo, llevamos décadas de lucha desde una postura internacionalista, compremos ese discurso </span> <span style="font-family:verdana;"> Entonces pregunto: Si queremos ser radicales en nuestras posturas —y no cabe dudas que Chávez pretende “corrernos por izquierda”— por qué un burgués, muy honorable, muy revolucionario, pero burgués al fin y al cabo, como Bolívar y no un rebelde y revolucionario de vocación como el Che, Zapata o el subcomandante Marcos?.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;">Pero veamos también la experiencia vivida ya por millones de personas que no sólo nos sentimos internacionalistas, sino que ha sido nuestra práctica militante: la Primera Internacional, fundada por Marx y los anarquistas, cumplió un papel importante en la organización de la clase obrera de su época y luego se agotó por insuficiente desarrollo al no poder contener a los anarquistas, los socialistas y los comunistas todos juntos. La Segunda Internacional, fundada por Engels, creó socialdemocracia mundial y entró en crisis cuando los partidos socialistas fueron capturados por el chovinismo en la “defensa de la patria” en vísperas de la primera guerra mundial. La Tercera Internacional, fundada por Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo fue la respuesta a la catástrofe ideológica de la Segunda, A los pocos años , con la muerte de Lenin y Rosa, el destierro de Trotsky y la zorroneria de Stalin asumiendo el poder absoluto, fue esclava de su sujeción a la política estatal de la URSS y finalmente disuelta en las postrimerías de la segunda guerra mundial, por el pacto de los rusos con los aliados. La Cuarta Internacional, un invento de Trotsky, existió sólo como un grupo de “burócratas sin fronteras”, sobre todo como una rara celestina de partidos trotskistas que en medio siglo solo han aprendido a recitar un discurso contestario parándose siempre “a la izquierda” en toda asamblea, para ver pasar la revolución a su costado. Digamos a título de ejemplo, que el PRT-ERP argentino, dirigido por Santucho, tuvo que romper con la Cuarta Internacional para poder llevar adelante la práctica guevarista que le caracterizó<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Conclusiones: es infructuoso y contraproducente impulsar grandes conglomeraciones internacionales “por arriba”. Haciendo una caprichosa analogía, observemos también las dificultades para el desarrollo de los novedosos “Foros” que se reúnen para discutir y encarar problemas comunes a los seres humanos. Queda cada vez más a la vista que la política de transformación revolucionaria se diluye cuando se desliza por la superestructura. La historia de la humanidad revela que los cambios se fueron dando desde abajo y sólo en determinado momento, el de la insurrección o del asalto al poder, se proyecta todo hacia la superestructura. De pronto vemos que en realidad cuando una revolución “estalla”, realmente es porque ya se hizo; la cruda realidad de la historia, además, indica que la revolución siempre sorprende a los revolucionarios. Justamente, el talento revolucionario es prepararse para la sorpresa.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Pero respecto a la disparatada propuesta de Chávez, digamos que las consecuencias trágicamente dolorosas de la práctica de la Tercera Internacional, su sujeción a las necesidades de la URSS, enseña que no se puede ni pensar en un organismo mundial en el que compartan espacios de lucha los movimientos revolucionarios en el llano, con los gobiernos de un Estado. Un Estado, cualquiera fuere, capitalista o socialista, obedece objetivamente a políticas e intereses de Estado y estas políticas, no sólo suelen no estar acordes con las políticas de los movimientos en el llano, sino que , la mas de las veces se contradicen. </span> <span style="font-family:verdana;"> Tenemos la trágica experiencia de la URSS y China y la amarga experiencia de Cuba. Un Gobierno de un Estado se debe al Estado.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Por último, a ver si alguien tiene a mano la forma de informarle a Chávez que el socialismo marxista desarrollado, implica la disolución del Estado. El comunismo sólo será realidad como movimiento social, con la disolución del Estado.<br /><br /></span><span style="font-family:verdana;"> Y no es sólo que yo me he hecho anarquista a la madurez, (o a la vejez, como dicen algunas por ahí) sino de que este siempre fue el punto común entre Marx y el anarquismo. </span> </span></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-7092779322038898602010-01-09T08:24:00.003-03:002010-01-09T08:36:51.357-03:00La moral, la tragedia ateniense y la ética.<div align="justify"><br /><strong><span style="font-family:arial;font-size:85%;">Algo sobre el papel del individuo en la historia</span></strong></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:85%;">Propongo un breve examen sobre el papel de los seres humanos en la historia y dentro de ella el papel del individuo, aclarando que este examen deviene fundamentalmente de nuestra experiencia militante<br /><br />Aclaración: Para evitar las antiestéticas consecuencias literarias en castellano de ese feminismo beato, de claro signo anglo sajón, que, trasladado a nuestra lengua, confunde un elemento gramatical llamado "género" , femenino y masculino, con otras acepciones de esa palabra, como ser los géneros sociales, biológicos o tejidos, aclaro que en todos los casos me refiero a seres humanos: mujeres y varones. Prometo poner mi buena voluntad no usando el vocablo genérico "hombre", pero mi buen gusto se niega a escribir "la persona y el persono"; " el ser humano y la sera humana" o ese absurdo adefesio de cambiar la muy latina letra "o" por el signo arroba en las palabras en posición gramatical genérica. ("todos, "muchos" "amigos" , "nosotros", etc)<br /><br />Bien, terminada esta aclaración, digamos que yo empecé a militar a los quince años cuando de un modo casual, casual en lo que hace a mi concretura, me topé con gusto con la idea de que éramos agentes de la historia. La adquirí de inmediato con enorme entusiasmo, porque esa idea funcionó como un fortísimo estimulante, casi diría una justificación venida desde cierta trascendencia, al impulso vital que, no se sabe desde dónde, nos empujaba hacia el compromiso militante. Y cuando nuestros padres, tíos, vecinos o compañeros de trabajo nos preguntaban, respondíamos de diversas maneras, plenos de pasión y satisfacción por "el hacer", argumentando que militábamos porque no tolerábamos la injusticia social, que nos dolía el sufrimiento de los niños, que el mundo debía ser cambiado; pero en última instancia nos decíamos agentes de la historia. O sea un rol predeterminado, una especie de mandato.<br /><br />Insisto, hoy a más de cincuenta años de esas cosas, estoy seguro que eso era sólo un argumento para darnos derecho a actuar y coraje para enfrentar las oposiciones. Porque el impulso estaba signado por la potencia del deseo, entendiendo éste como la tendencia de cualquier cuerpo a realizar sus potencialidades. Si era el cuerpo el que pensaba y hacía, era el cerebro el que debía justificar esa acción, esa manifestación del deseo. En ese aspecto éramos inmanentes con justificación trascendente. Nos movíamos por fuertes impulsos del deseo interno pero lo argumentábamos con la trascendencia externa de la historia como una determinación. Para jugar con las palabras, se podría decir que en teoría aceptábamos la trascendencia pero en la acción concreta nos movíamos en la inmanencia.<br /><br />La prueba de ello fue que nosotros, en los hechos, no hemos respetado las supuestas "leyes de la historia" que dictaba la postura trascendente, idealista o materialista; o sea las "condiciones" para actuar, no aceptábamos la afirmación que para poner fin a la injusticia había que esperar la maduración de las condiciones, el "desarrollo de las fuerzas productivas". Así, por ejemplo, de hecho, en nuestra práctica, compartimos sin saberlo, el sano criterio feminista, —el modelo más acabado de la inmanencia que les hace rechazar el papel que pretende adjudicar a las mujeres la visión trascendente—, de plantear la reivindicación "aquí y ahora". Sin embargo, contradictoriamente, en nuestro discurso trascendente sosteníamos que la mujer debía esperar la liberación del proletariado, por ser el sujeto histórico que, al liberarse a sí mismo, liberaría a toda la humanidad. Por suerte el feminismo no escuchó este discurso trascendente y, por el contrario lo rechazó en teoría y en práctica; así cotidianamente siguen cosechando, con altibajos pero en sentido creciente, cada vez más conquistas.<br /><br />Ya aceptando el compromiso racional con el determinismo histórico, nos obstante, nos subdividíamos en dos tendencias: aquellos que creían que la historia la hacían personas determinadas y aquellos que sosteníamos que la historia era obra de las masas, del pueblo. Los primeros eran proclives a lo que yo llamo "visión conspirativa de la historia" Para ellos todo dependía del talento de los grandes hombres y en consecuencia también el mal dependía de la maldad de los gobernantes, tiranos o corruptos.<br /><br />Plejanov, el padre de marxismo ruso, tiene un interesante trabajo "El papel del individuo en la historia" en el que, partiendo de que la historia la hacen los pueblos, las masas, señala cuál es el mérito y los atributos que deben tener los dirigentes y su relación de ida y vuelta con las masas. En ese sentido el libro de Plejanov fue nuestro manual. Sobra agregar que la literatura marxista es riquísima en este tema.<br /><br />No así en lo específico de la visión conspirativa de la historia, pues suele ser una postura eminentemente emocional, probablemente irracional que se refleja en los hechos, a veces incluso en individuos que aceptan formalmente la teoría de Plejanov. Ocurre que esta concepción surge cuando ciertos hechos no tienen explicación, contradicen la teoría. Por ejemplo: la caída de los dirigentes que aborta una acción revolucionaria; entonces la visión conspirativa sugiere que tiene que ser la obra de un traidor. Esta visión es realmente aguda cuando atribuye las limitaciones de los revolucionarios a maniobras insidiosas del enemigo, o sea literalmente cuando el enemigo conspira dentro de la organización. Insisto, este punto de vista es nefasto porque ubica siempre el mal fuera de nosotros y por lo tanto impide el aprendizaje, la corrección. Porque recíprocamente todo dependerá de la genialidad del dirigente o del agente enemigo. Una mirada atenta nos indica que este punto de vista tiene cierta raíz monárquica y explica la transformación de los revolucionarios en el poder en una especie de nueva nobleza, gobernantes eternos, como en caso de algunos asiáticos, incluso en Cuba, el recambio de los cuadros por herencia familiar.<br /><br />Esa visión conspirativa se expresa también en frases hechas, consagradas como verdades absolutas, como ser. "Un traidor puede con cien valientes". O la expresión popular "Seguro que hubo una cantada". "Todo hombre tiene su precio" O sea, los problemas no se derivan de una correlación de fuerzas, de mayor o menor talento de las partes en lucha, de circunstancias, incluso de determinado grado de azar, sino de traiciones o genialidades. En ese sentido conspirar es casi mala palabra, significa actuar traidoramente. Nosotros, en cambio, llamábamos "métodos conspirativos", a los métodos para moverse en la clandestinidad cuya esencia era aparentar distinto a lo que se era. Las condiciones de un actor, de un farsante, eran beneficiosas para un clandestino pues podía disimular mejor.<br /><br />Este es el planteo del asunto: Intento no presentar las cosas en blanco sobre negro, sino ver que todos tenemos alguna brizna de esa concepción. Dicho de otra manera, todos los humanos tenemos al menos algunas briznas de idealismo o materialismo, de búsqueda de la trascendencia y actuar con la inmanencia, de conspiradores, de sentimientos egoístas y altruistas; lo único que nos define y establece las diferencias esenciales es "el hacer".<br /><br />Y el tema no sería digno de demasiada preocupación si sólo se tratara de unos individuos aislados con visiones conspirativas, sino de que este aspecto está más extendido de lo sospechado y cobra más cuerpo a medida que la tarea emancipatoria de hace mas difícil, dicho de otra manera, frente a la amenaza de derrota.<br /><br />Porque, lo repito de otro modo, la visión conspirativa de la historia lo explica todo y deja a los sobrevivientes la conciencia tranquila. "Yo hice las cosas bien, pero me traicionaron". La teoría del "entorno" que consiste en pensar que las "fallas" de los dirigentes, se deben a su "entorno", una especie de cortesanos que los aisla del mundo real. Eso fue claro en los Montoneros con respecto a Perón.<br /><br />A propósito de tal, me distraigo un momento del tema central para recordar que en la discusión sobre los años setentas por parte de protagonistas sobrevivientes, testigos de época y descendientes de ambos, se verifica la presencia de esta visión conspirativa de la historia. Esto es, creer que no triunfamos culpa de traiciones sin analizar a fondo las causas en cada momento y en su conjunto. Creer que Montoneros fracasó porque fue un grupo fomentado inicialmente pro la CIA es tan absurdo como cuando el envidioso de Virgilo Expósito dijo por radio que Gardel era un producto de Broadway.<br /><br />El otro extremo es la muy racionalista idea de que si las cosas se piensan correctamente y se planifican con justeza , siempre tienen que salir bien. Si no salen bien, no es porque el oponente fue más sagaz o talentoso, porque hubo circunstancias, sino por que se hicieron mal. El racionalismo consiste en creer que siempre se puede saber a priori mediante el razonamiento analítico previsible, o sea que el cerebro puede conocer antes que el cuerpo. Creer que se puede aprender a nadar antes de meterse en el agua.<br /><br />Esto que se ve sin alarma en la vida cotidiana, durante el desarrollo más o menos "normal" de las cosas, cobra carácter, a veces de tragedia, en las situaciones agudas, de extremo enfrentamiento y riesgos de vida. Tragedia sí, a veces tragedia, en el sentido ateniense del concepto. Tragedia es cuando los hechos se precipitan sin arreglo a las mentadas "condiciones objetivas" y se juega el destino del "factor subjetivo", entendiendo éste como la voluntad del individuo.<br /><br />El caso de la acción del Che en Bolivia es paradigmático, sobretodo porque detrás de ese ejemplo nos movimos toda una generación. Porque la experiencia del guevarismo confirma la afirmación de Nietzsche en el sentido que los atenienses tenían un sentido de alegría de lo trágico. La mayoría de los que participamos recordamos aquellos tiempos como los años mas felices de nuestra vida a pesar de la derrota y las dolorosas pérdidas Visto desde hoy, con la distancia que da el tiempo y los acontecimientos posteriores, es casi indiscutible que el proyecto de iniciar "uno, dos, tres, muchos vietnams" no se correspondía con las mentadas condiciones objetivas. Dicho de otra manera, se podía prever la derrota. De hecho muchos la previeron y por eso no se comprometieron y hoy en día nos refriegan ese acierto preventivo como una hazaña del intelecto. Claro que prever la derrota es siempre mucho más fácil que prever la victoria.<br /><br />Ocurre que quienes se vanaglorian de haber "acertado" con su crítica al foquismo de Guevara, olvidan y se desligan de toda responsabilidad en la vergüenza de la guerra de Vietnam. Olvidan el discurso del Che en Argelia donde condena a los países socialistas porque han abandonado a Vietnam a su suerte. Desde el punto de vista de la moral, entendiendo por esta, la conducta ordenada por La República de Platón, que el movimiento emancipatorio progresista adquirió acríticamente, aceptando ese "deber ser" moral; desde ese punto de vista, digo, la oposición al foco de Guevara era correcta, porque el foco significaba poner en peligro todo lo ganado por el progreso de las diversas revoluciones. Particularmente a partir de la rev. rusa incluyendo la rev. cubana. Repito, desde la visión moral…otra cosa será desde la ética. Porque lo que da un carácter trágico a los hechos, es que el foco de Guevara se correspondía a una respuesta ética aunque la razón indicara que la derrota sería inevitable. Y así fue, sobran todos lo traidores de esa gesta para explicar la derrota. Fue tragedia ateniense, que intuía la política como el arte de lo imposible porque para hombres como el Che, no existía otra posibilidad que la imposibilidad. La ética lo hacia concebir su destino unido a la comunidad, expresada en este caso en el crimen de Vietnam, perpetrado por los EE.UU, pero a la vez permitido por el resto del mundo ordenado, como dije antes, según el modelo de la república de Platón: esto es cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa. Por eso, esa misma ética implicaba que, de no actuar, asumía al menos parte, pequeña, claro, pero suficiente como para compartir la responsabilidad del crimen.<br /><br />Dicho directamente: el foco de Guevara fue la respuesta ética a la guerra de Vietnam, recogida después por el Mayo Francés — "seamos realistas, pidamos lo imposible"— y la llamada nueva izquierda en el mundo. Esa ética es la que heredamos , y la diferencia actual pasa por los que la abandonaron y los que no la abandonamos aún a riesgo de no salir de la tragedia.<br /><br />Volviendo al tema central del este trabajo, recordemos que, respecto a la derrota del Che, siempre se habló de "la traición de Monje" Pues, me tomo la licencia poética de hablar en subjuntivo con un toque de potencial , y digo, hoy no cabe dudas que aún si Monje hubiera cumplido con lo pactado brindando el apoyo total del Partido Comunista de Bolivia, la gesta del Che hubiera sido derrotada de todos modos, simplemente porque el capitalismo habría salido de sus crisis con una mayor capacidad creativa que el socialismo. Por otra parte hoy podemos confirmar que aquello que llamamos socialismo, fue como lo definiera el mismo Lenin, una forma de capitalismo de Estado.<br /><br />Tratando de lograr una síntesis de lo que pretendo mostrar, repito, mostrar, no demostrar, digamos que al contrario de la versión conspirativa de la historia que le atribuye a ciertos individuos, genios, talentos, artistas o traidores, un grado inaudito de omnipotencia, los hechos indican que en tanto y cuanto acción real inmanente, los seres humanos no logran la conducción consciente de sus actos, la resultante de una empresa propuesta será por lo común inesperada, más aún una revolución. De allí la sabiduría del gran Víctor Hugo cuando afirmaba que toda revolución es una gigantesca improvisación. El talento de los protagonistas consiste en aprovechar toda la potencialidad de esa enorme improvisación.<br /><br /><br /><strong>Los límites de la conciencia<br /></strong><br />Sobre la primera parte de este texto, una buena amiga que tuvo acceso al manuscrito me comentó lo siguiente<br /><br />"el texto es excelente, entrador, polémico, me hace sentir que me llevarás a alguna parte ... y esa parte me genera una gran curiosidad ..."<br /><br />Sencilla pero aguda crítica pues reveló la falta de completud del texto. Entonces yo me pregunto ¿qué falta? Me respondo: llegar a donde iba y entonces aparece la pregunta verdadera: ¿hacia dónde voy? En realidad voy al final para encontrar el origen. ¿Por que me interesa el origen si estoy ya cansado de escribir sobre el pasado? Pues porque quizás saber como fue el origen nos inspire para saber cómo hay que hacer hoy. Atención, dije "nos inspire" no estoy diciendo que vamos a encontrar la fórmula. Buscamos inspiración.<br /><br />Porque hay que recordar que crecimos en la lucha social, en el sindicalismo y en la política con una creencia poderosa: el papel de la conciencia. Estábamos convencidos de que cuando el individuo es consciente, lucha, se defiende, ataca, busca soluciones, etc. Lo contrario de la conciencia es la inconciencia o, mas simple, la no conciencia. La tarea militante era entonces, de acuerdo a este credo, crear conciencia, porque las transformaciones sólo la pueden hacer las masas. La tarea del militante era muy parecida a la de un maestro. ¡Las veces que habremos bregado que todo militante es un maestro cuya misión era despertar conciencia! Los sacerdotes del tercer mundo, insufribles docentes, espantaron a la Real Academia de la Lengua con la verbalización del sustantivo conciencia transformado en el verbo "concientizar".<br /><br />Pero a lo largo de los años ocurrieron dos fenómenos que nos hacen revisar estas ideas: uno: muchas personas adquirieron la conciencia y no asumieron el compromiso militante; dos: muchas personas se sumaron a la militancia con escasísima conciencia y la fueron adquiriendo en la lucha.<br /><br />La segunda observación es: ¿tiene que ver la conciencia con la educación concretamente con la alfabetización? Su correlato ¿es más conciente un alfabetizado que un analfabeto? La respuesta en base a nuestra experiencia concreta es ambigua, puede ser tanto uno como otro, es decir hubo gente que se sumó en un acto de conciencia, digamos "bien pensado" y gente que se sumó en un arranque espontáneo y en la lucha adquirió la conciencia. Pero en este punto es necesario levantar el ángulo de análisis aunque sea como referencia: uno de los pueblos más analfabetos de Europa hizo la revolución rusa y uno de los pueblos más alfabetizados creó el nazismo.<br /><br />Para abreviar este camino adelanto la siguiente observación, tanto la experiencia histórica como la observación militante muestran que la conciencia es condición necesaria pero insuficiente. Luego que no existe un concienzómetro y que la relación de la conciencia con la educación es relativa. Un sencillo razonamiento indica que adquirir conciencia debería ser más fácil a un alfabetizado porque puede utilizar los instrumentos de instrucción. Pero la misma experiencia indica que detrás hay un condición social que actúa en los individuos sin perjuicio de alfabetizados o no. A esto hay que agregarle el concepto marxista de clase, las categoría explotación y opresión, las que estipulan que el papel en la producción influye, condiciona, la conciencia, porque está determinada por el sujeto histórico.<br /><br />Va de suyo que no pretendo ser original con estas inquietudes. No son nuevas, tan viejas como la militancia y el viejo Lenin tiene todo un tratado sobre la conciencia, a la que define como "el espejo subjetivo de la realidad". Además de los pensadores, la psicología se ocupa del asunto. En fin….pero lo que me motiva es que sobre el tema no se sabe lo que no se sabe: O mejor dicho la mayor ignorancia es creer que se sabe.<br /><br />Por ejemplo: recuerdo en uno de los tantos actos electorales de los últimos tiempos, un viejo, viejo de edad digo, un intelectual del P.C. de alrededor de setenta años, soltó soltura y desparpajo una frase de manual leninista: que las elecciones servían para medir "el grado de conciencia de la clase obrera" Este caballero repetía una frase que en su juventud le había escuchado a Lenin, y en su larga trayectoria política en el Partido no se le ocurrió verificar la vigencia de semejante postulado. En ese momento la mayor parte de la clase obrera de Argentina votó e Menem. Recordemos cómo había sido antes: 1973 ganó Cámpora en nombre de Perón; fue un voto contra la dictadura de Lanuse; meses después ganó Isabelita con Perón moribundo, fue un voto contra Cámpora y la aventura montonera; en 1983 Alfonsín barrió; la clase obrera volvió a votar positivamente contra la dictadura. y luego votó a Menem, el hombre que desarmó el Estado de Bienestar. Después se votó a la insufrible clase media que tuvo la virtud de facilitar el argentinazo del 19 y 20 de diciembre. De esos hechos emergió la pareja real Kirchner, la caricatura de los Montoneros. Caramba que sufre altibajos la conciencia de la clase obrera argentina.<br /><br />¿Sólo en Agentina? Ni hablar de lo que son los actos electorales en los países de tradición politizada como Italia, donde se alternan los gobiernos de izquierda y de derecha, por ejemplo. Ni hablar de ese nuevo invento llamado "voto castigo" sumun del orgasmo del Estado de Derecho.<br /><br />Es evidente que las elecciones, al menos ahora, no sirven como concienzómetro.<br /><br />Y también queda a la vista que la conciencia es condición necesaria pero insuficiente. Ello significa que hay un sentimiento ¿qué dije? ¿sentimiento? Pero la conciencia no es sentimiento, es pensamiento.<br /><br />¡Pues ahí esta el rastro de lo que buscamos!.<br /><br />Lo que impulsa a la acción no es un pensamiento sino un sentimiento.<br /><br />Ese sentimiento se llama deseo. Entendiendo a este, como fue expuesto en la primera parte, no como una tentación, no como un sentido de poseer, de posesión, sino como el impulso del cuerpo que busca desarrollar toda la potencialidad. Y aquí me llega el comentario de mi amigo Miguel que me recuerda lo que escribe Leibniz "a veces podemos obtener o hacer lo que deseamos, pero nunca podemos desear lo que deseamos"; es decir, las personas no son el "motor" de sus deseos, la cosa pasa por asumir o no lo que nos constituye y atravieza como deseo.<br /><br />¿Será muy místico decir que el origen del deseo es misterio?<br /><br />El deseo es, en primer lugar, sed de creación.<br /><br />Interesante; ahora me surge la siguiente reflexión: el deseo es corporal, no racional, la conciencia es cerebral, racional. El deseo es la voluntad, la decisión, la acción; la misión de la conciencia, en cambio, es determinar cómo será esa acción. ¿Será muy esquemático inferir que la conciencia, como bien racional se corresponde más con la moral (la que indica el "deber ser") y el deseo como impulso vital del cuerpo se corresponde con la ética? (Me temo que los expertos en filosofía me agarren a los cascotazos.)<br /><br />Pero aun a ese riesgo saco la conclusión siguiente: la fuerza vital del deseo activa la conciencia y la depura de la moral y la impregna de ética.<br /><br />Digamos al pasar que podemos resumir la ética diciendo que es la fidelidad al deseo.<br /><br />Y la conclusión sobre la época actual: sobra conciencia y sobra moral (por algo se la pasan marchando y parodiando a los setentistas, sin ver por donde pasa el sujeto activo)<br /><br />Insisto en las marchas porque es casi la a única actividad militante, o bien toda militancia está presente allí. Paradójicamente el Che marchó mucho más después de muerto que cuando estaba vivo. Poca gente sabe que el Che no fue el militante estudiantil clásico, casi no se le conoce actividad de ese tipo. Casi no se conoce petitorio estudiantil con la firma de Ernesto Guevara. Muchacho de bajo perfil, sin dudas.<br /><br />¿Y nosotros? Pues claro, a veces marchábamos para solidarizarnos con determinado movimiento en lucha. Pero nunca hicimos una marcha para peticionar algo al gobierno. Nosotros no peticionábamos. Lo tomábamos, pués.<br /><br />¿Será que las marchas actuales están muy influidas por el criterio televisivo que lo que no se ve no existe? Tengo para mi que las marchas actuales es la muestra de cómo la izquierda ha sido captada por el criterio que la política es espectáculo. De allí la importancia mayor a la fanfarria—carteles, gorritos, uniformes, banderitas, etc— que a la acción de una marcha.<br /><br />Sea como fuere el abuso del marcheo indica que es una forma central de hacer política. Y en la marcha se verifica lo dispuesto en la republica de Platón, cada cosa en su lugar, nadie puede salirse del cuadro; el "sistema" parece haber incorporado el marcheo como manera de control social, sobre todo como manera de sostener la iniciativa. Salirse de la marcha sería como salirse del sistema. Cuando digo salirse de la marcha, quiero decir, inventar otra cosa.<br /><br />La marcha es, entonces, la expresión mayor de conciencia de la izquierda actual, por lo tanto su expresión moral. Y desgraciadamente refleja plenamente su pobreza espiritual.<br /><br />Pero, por otra parte no se puede llevar adelante acciones políticas transformadoras si no se intenta al menos capturar la iniciativa. Iniciativa para romper lo dispuesto en la república de Platón, para romper la iniciativa del Poder. No puede haber creatividad sin iniciativa y viceversa, no puede haber iniciativa sin creatividad. Claro para asumir iniciativa y creatividad, además se necesita una gran cuota de coraje. El riesgo es que esa iniciativa se transforme en sentido ateniense de la Tragedia. Vimos como eso ocurrió con la formidable iniciativa de los revolucionarios en la guerra de Vietnam.<br /><br />Para blanquear la metáforas lo diré claro: Iniciativa es rebeldía, y el Poder no perdona la rebeldía, la falta de coraje es no atreverse a la rebelión.<br /><br />Rebelión en serio muchachos, no rebeldes folclóricos tipo Castells<br /><br />¿Qué falta entonces para cobrar iniciativa?<br /><br />Dicho de otra manera ¿Por qué la izquierda no sale del pozo?<br /><br />Pues está claro, se puede oler en el aire: falta deseo, por eso se aprecian griteríos, y consignas racionales, trajes vistosos, intentos de murgas, pero muy poca pasión.<br /><br />Sobra conciencia, sobre todo conciencia de que el deseo nos haga caer en otra Tragedia. Conciencia del riesgo de pagar caro la rebeldía, contra la democracia representativa por la democracia plena.<br /><br />Dicho de otra manera: sobra miedo, miedo a la Tragedia.<br /><br />Porque en el fondo, creemos en el Estado de Derecho y no hemos aprendido de los griegos a jugar con los Dioses, es decir a disfrutar la Tragedia. Claro, en tiempos de los atenienses no existía el Estado de Derecho, este es un invento de la burguesía europea para regular la democracia que inventaron los atenienses.<br /><br />Curioso, los guevaristas tampoco creímos en el Estado de Derecho y sí en la democracia, pero no como sustantivo sino como verbo; no como institución de representantes sino como práctica presente.<br /><br />Por eso sobra la conciencia y la moral. Por eso las marchas son tan ordenadas, tan al estilo de la República de Platón o sea, repito, paradigma del Estado de Derecho, transformador de la democracia en "representativa".<br /><br />Falta acción y la acción no surge de la representación ni de la conciencia, surge del deseo presente, no re-presentado.</span><br /></div></span>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-42611121973069987922009-12-29T14:25:00.000-03:002009-12-29T14:28:12.509-03:00¿Hay que transformar el mundo o hacerlo de nuevo?<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Por Luis Mattini<br /></span></p> <p style="text-align: left;" class="MsoNormal"><b><i><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> “La existencia del Estado y de la esclavitud son inseparables" </span></i></b></p> <p style="text-align: left;" class="MsoNormal"><b><i><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> <wbr> <wbr> (<wbr>Karl Marx) </span></i></b></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Según el mito del progreso, al capitalismo le sucedería <i>necesariamente</i> el socialismo y por último el comunismo al final de un largo camino en el que se integraría todo lo conquistado por la cultura humana en la historia. Pero este paradigma confundió una postura ética, ontológica, perenne, de Marx –la llamada Tesis 11, “<i>no sólo interpretar sino transformar al mundo”</i>– con su puesta en práctica, el llamado al combate, mediante una <i>hipótesis</i> de Marx que sirvió de impulso a ciento cincuenta años de lucha: Esta hipótesis consistió en considerar el carácter objetivamente revolucionario de la clase obrera como emancipador de la humanidad y la apuesta a la revolución proletaria en la crisis del capitalismo. Sin embargo, al asumir como “ley” lo que era un cuerpo de creencias, una apuesta, una buena hipótesis, se olvidó que Marx afirmó también que, si al momento de la crisis capitalista, el proletariado no hacía tal revolución, la humanidad podría regresar a la barbarie. Esto indica que Marx no fue un cultor del mito del progreso; por el contrario temía y previó la regresión. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Este es el momento actual previsto; el de la crisis capitalista y el riesgo de regreso a la barbarie que se expresa en la presente decadencia de la civilización y la grave amenaza al medio ambiente. Más que riesgo, en algunos aspectos estamos viviendo ya la barbarie. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Otra hipótesis </span></b></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Vamos a intentar ahora otra hipótesis guía bajo la inspiración de la misma Tesis 11. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Quizás no se trata de cambiar al mundo sino de <i>hacerlo de nuevo</i>. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">¿Cuáles serían las consideraciones a tener en cuenta para este enunciado? </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Primero, que no hubo “estrategia” trascendente en la formación del mundo, sino que fue espontáneo. De modo que para “hacerlo de nuevo” no necesitamos “estrategia” trascendente, necesitamos acción inmanente. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> Segundo, no concebir ya al socialismo como automático sucesor “material” del capitalismo en donde la ruptura sería sólo un acto político (revolución) de captura del Estado, puesto que el capitalismo no es un simple sistema económico cuyo aparato de dominación es sólo el Estado, sino una relación social que interactúa; la sociedad de mercado reproduce la relación social y viceversa, tal relación reproduce el mercado. El ciudadano, el sujeto se troca consumidor, en objeto. Es decir que todo producto de ese progreso es, en principio, sospechoso de trocar al sujeto en consumidor, real o virtual. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">El socialismo que propiciamos ahora implica, entonces, un enorme esfuerzo de creación, no sólo <i>reparto ya</i> de la riqueza, sino también una profunda ruptura con una forma de <i>producir y consumir</i>. Por ello ahora la lucha entre capital y trabajo y explotación de los trabajadores está contenida en una lucha contra la amenaza de muerte que sufre la humanidad por la producción biotecnológica, minera o la búsqueda de combustibles. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">El progresismo es el primer sostén actual del sistema. </span></b></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">En efecto, ocurre que esto, visto desde el “progresismo”, contiene como insospechada consecuencia, una resistencia que aparece como “conservadora”, toda vez que la dominación no reside sólo en la propiedad de los medios de producción, sino en el carácter mismo de esos medios. ( resistencia que, de hecho, están haciendo los sectores más radicales en el mundo) Hay que asumir que el progresismo conceptual es el primer sostén actual del sistema, ya que no siempre se recuerda que el mito del progreso es un atributo del capitalismo. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Marx explicó muy claro en el Manifiesto Comunista que la burguesía es una clase que <i>no puede existir</i> sino revolucionando constantemente y que en esa revolución creaba –a su pesar– las bases materiales para el comunismo. Pero de allí no debe deducirse –como se hace– que la <i>esencia</i> de la humanidad es vivir revolucionando de modo constante los medios de producción. Porque el ser humano no es <i>esencia</i> sino <i>potencia</i>, por tanto puede decidir si revolucionar o no. Hoy queda claro que la humanidad debe “regular” (y hasta “conservar”) los cambios en los medios de producción, reservando aquellos óptimos y sustentables a la satisfacción de un reino de la libertad posible solamente logrando el equilibrio ecológico. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Porque hoy las bases materiales para la socialización universal están harto satisfechas y, sin embargo, la “revolución” de la burguesía continúa, no sólo explotando trabajadores, sino amenazando la vida misma. Nunca, en la historia hubo mayor revolución tecnológica y a la vez mayor diferencia entre ricos y pobres; y por primera vez en riesgo para el planeta. Ya no se trata sólo de liberar a la esclavitud asalariada, sino de preservar la vida de la especie de la catástrofe ambiental. . </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Por eso la resistencia de los desposeídos aparece como “conservadora” frente a esta ofensiva capitalista que ya no extrae plusvalía sólo de la fuerza de trabajo, sino también de la vida. De ahí que algunos pensadores insistan con el concepto de “biopolítica” </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">¿<b>El Estado o la Comuna? </b></span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Los marxistas parecen no haber entendido al Marx de la <i>gemeinweser</i>, (comuna) que escribió: <i>"La Comuna no fue una revolución contra una forma cualquiera de poder de Estado, legitimista, constitucional, republicana o imperial. <u>Fue una revolución contra el Estado</u> como tal, contra este aborto monstruoso de la sociedad”</i>– porque ese marxismo posterior a la Comuna de Paris, por el contrario, hizo un culto del Estado y consideró lo magno como lo superior, la apología de los Estados Nacionales avanzando hacia los Estados multinacionales. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Hoy ese reagrupamiento de Estados, diluyendo los Estados Nacionales, lo está haciendo el capitalismo. En el caso de América Latina y Europa con el entusiasta apoyo de las izquierdas. Al menos reconozcamos la paradoja: que la resistencia radical a estas tendencias del capitalismo son “conservadoras”: tienen la apariencia de “regreso” a la comuna. La izquierda tradicional la critica por falta de “estrategia”, por demasiado “comunales” </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Pero, atención: quizás en ese “regreso a la comuna” se encuentre la alternativa a la producción biotecnológica. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> Por otro lado recordemos que ese paradigma de lo magno cubre toda la vida humana, a tal punto de ser el autor de esa gran abstracción llamada “mundo”. Abstracción que, facilitada por la televisión, se transforma en la más grande de las ilusiones que ha conocido la humanidad: la ambigua ilusión de, por un lado conocer e incidir en ese “mundo” y por otro, la impotencia de no poder hacerlo. Si lo que hago en mi barrio no sale en TV no “incide” en el mundo, por lo tanto no vale nada, no existe. La pantalla es la realidad, aún para los protagonistas. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">El mismo paradigma de lo magno se plantea en la organización: grandes partidos o movimientos de millones de personas nacionales y proyectados de la misma manera hacia el ámbito internacional. Las huestes del proletariado preparando la batalla decisiva contra las hordas del capitalismo. Vanguardia y homogeneidad “ideológica” que, no por casualidad, fue sistemáticamente homogeneidad en la obediencia. El estalinismo fue su expresión más extrema y perversa, más no la única. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> Hoy la resistencia radical a los agronegocios, la minería a cielo abierto y la depredación en los combustibles contra la agresión al medio ambiente, se organiza en miles de grupos heterogéneos, quienes intuyen cada día más que en que en la multiplicidad está la vida y la creatividad, al mismo tiempo que buscan formas de articular las luchas, sin que ninguna batalla sea decisiva y todas son importantes y, sobre todo, sin centralizaciones burocráticas. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">Además, el paradigma anterior, hijo dilecto de las ciudades, no podía menos que ser urbano. El campo era sinónimo de barbarie. La cultura agraria (irónicamente la base de la civilización) era considerada, “romántica”, retrógrada por ser “medioeval”, individualista, antisocial, debía ser reemplazada por la tecnología. El socialismo estaba llamado a liquidar la contradicción campo-ciudad “urbanizando” a los campesinos. Hoy eso lo está cumpliendo el capitalismo con creces, sólo que hacinando en la periferia de las ciudades a los agricultores reemplazados por hombres de negocio. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> Quizás la idea más fuerte del paradigma anterior fue la exigencia de “transformar” desde arriba, es decir desde el Estado. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"> “Hacerlo de nuevo”, que es lo que proponemos hoy, en cambio, contiene la idea de la <i>gemeinweser</i>, la convicción de que la sociedad, como pensaba Marx, sólo puede transformarse desde abajo (el “abajo” no descarta alzamientos insurreccionales) El desafío de hoy es cómo hacerlo de nuevo: la base material, la riqueza material y espiritual está aquí, a nuestro lado, entre y con nosotros, hay que preservarla, “conservarla” de la destrucción capitalista, repartirla, porque hemos llegado al punto de partida. </span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;">El futuro está en el aquí y ahora. </span></p></span><br /><span style="font-size:85%;"><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"></span></p></span></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-5874846815622091592009-10-20T14:09:00.007-03:002009-10-20T15:01:26.144-03:00LOS SUEÑOS DE LOS SETENTA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp_tb9i2Jr1tVVpeGkVg4sTw-bqK4Ej7qr7rNJxRyhf_TU4csoolvwYWVhhZo_kWNs8uR-7ircVRTcdG3zBpy34QFNpJBs0McTQd0xLqxhTCXZNVI-xgXyUTjOEZh29_PKRNtj8wKgsXQ/s1600-h/96_mattini+espejo.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 160px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp_tb9i2Jr1tVVpeGkVg4sTw-bqK4Ej7qr7rNJxRyhf_TU4csoolvwYWVhhZo_kWNs8uR-7ircVRTcdG3zBpy34QFNpJBs0McTQd0xLqxhTCXZNVI-xgXyUTjOEZh29_PKRNtj8wKgsXQ/s320/96_mattini+espejo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394742586031400354" border="0" /></a><br />Por Luis Mattini<br /><br /><div style="text-align: justify;"> Tengo el temor de que los proyectos políticos marxistas que llevamos adelante, poniendo todo el cuerpo, en los años setenta estén a punto de ser derrotados, no por la vía de su destrucción, como lo intentó primero el gobierno de Isabelita y después muy duramente la dictadura, sino por la perversa vía de la distorsión. Porque el terrorismo de estado había logrado destrozar nuestra organización, pero no nuestro proyecto. Para el caso de una eventual derrota actual, la primera beneficiada de eso seria la camarilla gobernante, pero esos beneficios serían posibles gracias al no tan desinteresado aporte de cientos de personas pertenecientes a varios organismos de derechos humanos y otros cientos que se benefician de puestos estatales, más allá de la ocupación laboral que tenemos los empleados del Estado, sea como docentes, profesionales o administrativos asalariados.<br /><br /> La distorsión va desde el extremo disparate de afirmar que se está marchando hacia un modelo de país soñado por los setentistas, hasta la “sencilla”, pero no inocente, idea de que el mérito de este gobierno que lo haría casi incriticable, es la defensa de los DD.HH. y la Memoria Histórica. Todo ello se engarza con la falsa idea de que nosotros habíamos luchado por la democracia hacia una total estatización de la sociedad, incluida la vida y los sentimientos privados, tipo chavismo-peronista, olvidando que para el marxismo no puede haber completa liberación social hasta tanto no se extinga el Estado.<br /><br /> Realmente me sorprende la falta de memoria (de quienes precisamente se llenan la boca hablando de esa ya frase hecha : “memoria histórica”) para recordar las grandes discusiones que precedieron y acompañaron la toma de las armas. Las veces que hemos repetido que sólo admitíamos al Estado como una inevitable dictadura del proletariado durante un período de transición y que deseábamos lo más corto posible. Las veces que, al menos en lo interno, criticábamos a los socialismos existentes precisamente por mantener políticas de Estado que transformaron la supuesta dictadura del proletariado en dictadura de la burocracia; y si a veces no lo hacíamos públicamente era por razones de oportunidad política frente al capitalismo.<br /> La falta de memoria para recordar cómo estudiamos en Lenin, que la democracia es un determinado modelo de dominación y no un ideal humano; por lo tanto la democracia, con cualquiera de sus aditamentos, no era nuestra meta, si bien hablábamos de “democracia popular” como un periodo de transición.<br /><br />¿Cómo pueden haberse olvidado algunos de nuestros compañeros la consigna para el programa inmediato por el que luchábamos: “gobierno obrero popular”? ¿Tiene algo de “obrera” la mujer que nos gobierna en medio de su desfile de modelos apoyada por la burocracia sindical, hoy transformada en empresarios? ¿No ven que el discurso de DDHH del actual gobierno se reduce a lo pasado en los setentas? ¿No ven la violación cotidiana de los DD.HH. como consecuencia de la persistencia en un modelo productivo basado en la biotecnología agraria, la industria derivada, la minería abierta y la manipulación de recursos energéticos, todo ello marcando una peligrosa tendencia al monocultivo que se transforma en una fabrica reproductora de pobres?<br /> Claro, este gobierno no es Videla ni el fascismo, eso está claro, pero a veces no parece tan claro porque estas personas ligadas a los organismos de DD.HH. actúan como si estuvieran obligadas a optar por el mal menor.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEVVryhaM9zTi0PiXyFcKgx_AY9O79L9iYOF_zWl6pNNJ1pIrrJy6ThAg3XLlm1ATKbm1HGnKl8Bs539-NNMicS0iU7PQvLkEhgyPtcdhMXi3iETgzc6QNiZww-fSviHgSSDmbWyBUe3g/s1600-h/1971clech-2.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 300px; height: 225px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEVVryhaM9zTi0PiXyFcKgx_AY9O79L9iYOF_zWl6pNNJ1pIrrJy6ThAg3XLlm1ATKbm1HGnKl8Bs539-NNMicS0iU7PQvLkEhgyPtcdhMXi3iETgzc6QNiZww-fSviHgSSDmbWyBUe3g/s320/1971clech-2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394743050993522098" border="0" /></a><br /><br /> No señores, vivimos una plena democracia representativa, quizás menos que Suecia o Alemania, pero bastante más que muchos otros países democráticos; eso debe quedar claro, no existe otra democracia y a esta se la puede mejorar con esos adjetivos de moda, “participativa”, “popular”, etc, pero sólo mejorarla, porque siempre será un modo de dominación de una clase por otra.<br /> Porque lo que parecen olvidar quienes dicen que este es el gobierno de los setentistas, es que, —al menos el PRT-ERP—, luchaba por una sociedad sin clases. Y lo que es peor, a veces creo observar que algunos compañeros que pertenecieron a esta organización, por momentos parecen avergonzados de admitir que nosotros éramos comunistas, tan comunistas que frente al partido comunista o a los partidos trotskistas, y otras variantes pro-chinas, nos sentíamos los verdaderos comunistas, éramos los internacionalistas de primera línea y nunca creímos ni en el socialismo en un solo país, ni en la vía estatal hacia el socialismo.<br /><br /> Ah, un detalle: entre las cosas para el futuro que discutíamos mientras ejercíamos la militancia y poníamos el cuerpo en la lucha armada, estaba la idea de que en el socialismo desarrollado desaparecería la división del trabajo, también desaparecerían la disciplina llamada economía política y el derecho como “ciencia jurídica”, por lo tanto hablar de derechos humanos seria un absurdo, algo así como hablar de derecho a respirar. El chiste era resolver que hacer con los millones de abogados y economistas que pasarían a ser desocupados. (Para no hablar de los escribanos).<br /><br /> Y sí señores, a la generación que nos sigue le contamos —y a nuestros desmemoriados les recordamos— que nosotros teníamos tiempo para organizar la acción política, el sindicalismo, los estudiantes, los barrios, entrenarnos, estudiar teoría marxista y arte militar, ejercer la lucha armada y además de todo eso, fantasear con los sueños sobre la futura sociedad, cómo serían la relaciones una vez desaparecidas la feria de vanidades, en primer lugar los títulos académicos que reemplazan a los títulos de nobleza. Soñábamos que el machismo desaparecería automáticamente al desaparecer las causas que lo crearon, en fin, muchas cosas idealizadas, claro, pero estamos hablando de sueños y todo cambio en la realidad de la historia siempre empezó siendo sueño.<br /><br />Bueno eso era parte de nuestros sueños. La crueldad ilimitada de la represión de la dictadura pudo con la organización, pudo reventar la resistencia, pudo asesinar a miles, pero no pudo con nuestros sueños. Por eso digo que en el fondo no pudo derrotarnos.<br /> Ahora me pregunto, realmente preocupado ante la evidente ausencia de sueños y fantasías reemplazadas por la racionalidad de las universidades “alternativa<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6q7Wp3oML8TnbsTooOXwgZ7vRnvNjQDMShkUZRSZNajQAlP37lfFLbp2hKgUMpjUv_SL5eYpKUQYkPXNOheQ3eWuDALvui3vCP6cT003c0Q8g6KcKZUkxDea9sVzHL7VPTZI3CcMXFAo/s1600-h/prterp5tv.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 320px; height: 190px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6q7Wp3oML8TnbsTooOXwgZ7vRnvNjQDMShkUZRSZNajQAlP37lfFLbp2hKgUMpjUv_SL5eYpKUQYkPXNOheQ3eWuDALvui3vCP6cT003c0Q8g6KcKZUkxDea9sVzHL7VPTZI3CcMXFAo/s320/prterp5tv.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394743476683952754" border="0" /></a>s” o “populares”, o las marchas de ordenados y prolijos guevaristas…me pregunto digo, si esta malversación que se está haciendo públicamente de los sueños setentistas reduciéndolos a la simple “conquista” de los derechos humanos, por parte del gobierno y los cómplices objetivos que he mencionado, no podrá ser preludio de la derrota. ¿Aquello que la dictadura no logró con todo el peso del terrorismo de estado, se conseguirá con este modelo de dominación que ha logrado comprar a muchos ex-protagonistas?<br />Pues, los que nos atrevemos a seguir soñando le decimos: “Nuestros sueños no caben en sus urnas”<br /><br /><br /></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-68635320452652305122009-08-18T03:03:00.002-03:002009-08-18T03:07:03.408-03:00¿Nueva derecha o nuevo modelo de dominación?<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZgmkTYok9BXCoylX0lrUSgBHWyVo48jgZb-82gzbw_lgMkG6pm1MWG9AL6JhN8DLm7zLoN5KaRyiGa2_hf8Qu-IZ_ow_08JK1S8S-bPszLIQ3AJyaK_W3zV2J-V-wunq-zjgHCRgnpwo/s1600-h/faro3.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 100px; height: 153px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZgmkTYok9BXCoylX0lrUSgBHWyVo48jgZb-82gzbw_lgMkG6pm1MWG9AL6JhN8DLm7zLoN5KaRyiGa2_hf8Qu-IZ_ow_08JK1S8S-bPszLIQ3AJyaK_W3zV2J-V-wunq-zjgHCRgnpwo/s320/faro3.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5371180901221679202" border="0" /></a><br /><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Verdana; 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Porque me inicié hace <span style=""> </span>cincuenta y tres años como herrero forjador, oficio que ejercí hasta los 30 y ello me permite afirmar que nadie puede apreciar mejor que un herrero, la capacidad del ser humano de moldear el hierro con las manos, para producir esa belleza, <span style=""> </span>lograr esas verjas que el público en general apenas <span style=""> </span>aprecia y los profesionales suelen adjudicarle el mérito sólo al diseñador.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Además , esas verjas son extremadamente sólidas, sólo es posible derrumbarlas con un tanque o una gran topadora. ¿Por qué entonces esos enclenques entramados metálicos portátiles que la policía despliega aparentemente para contener a los manifestantes?<span style=""> </span>¿Qué mejor muro de contención que la verja original? En una recorrida por la ciudad veremos en todo edificio público esos mismos artefactos, incluso frente al formidable Palacio de <span style=""> </span>Tribunales. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Curioso, frente a la sede de las empresas privadas no hay dispositivos preventivos, aun las multinacionales. Esto me llama la atención porque cuando yo era herrero forjador, también fui sindicalista y el grueso de las protestas las hacíamos contra las empresas privadas o las empresas estatales que brindaban servicios públicos que eran muchas. Claro, también es cierto que la “demostración” para “demandar” “reclamar” en “nombre” del derecho era más esporádica, o sea , las acciones eran más activas, valga la redundancia, paro, huelga, ocupación, etc, no se <span style=""> </span>“reclamaba” el derecho, se lo ejercía de hecho.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Bien, cualquiera que tenga una mínima experiencia en manifestaciones y represión<span style=""> </span>de las mismas se da cuenta que esos artefactos metálicos no sirven para impedir el paso de marchas sino para llevarlas por canales determinados. ¿Para qué sirven entonces?<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Veamos, en los primeros años sesenta se puso de moda la palabra canalizar, porque cuando se descubrió el carácter “progresista” del peronismo, la mayoría de los grupos marxistas pretendieron “canalizarlo”, los trotskistas con su política de “entrismo”, el PC con la famosa tesis de Codovilla del “giro a la izquierda” del peronismo, los sacerdotes tercermundistas porque no pueden sustraerse a su populismo y, desde luego, finalmente lo que años después se llamó Montoneros, cuya estructura dirigente lo constituían o bien marxistas que peronizaban <span style=""> </span>o bien cristianos y a veces algún peronista.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Pero la vida tiene sus<span style=""> </span>paradojas. La que resultó finalmente canalizada hoy en día es la izquierda. Literalmente en esos “canales” formados por estructuras metálicas para asistir el ejercicio del derecho a protesta, a manifestar, a demostrar en la vía publica. ¿Asistir? ¿asistencia? <span style=""> </span>Si, eso es. No se trata de simple juego de palabras, se trata de que el Estado<span style=""> </span>hoy ejerce una politica asistencialista, por medio de subsidios <span style=""> </span>de diversas especies, magros a nivel de cada persona, pero eficaces como elementos de contención social. Esos artefactos de hierro están, entonces, para canalizar la protesta por lo carriles del Estado de Derecho, trazados por los poderes ejecutivos y custodiados por agentes policiales. En caso de ser necesaria la represión, será ordenada por el Poder Judicial y la ejecutaran tropas de asalto de la policía, los protagonistas detenidos podrán ser juzgados. Eso se llama criminalizar la protesta. Se la utiliza cuando los canales físicos y monetarios se muestren insuficientes para la contención.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >O sea. Estamos frente a una modalidad de dominación diferente.<span style=""> </span>Quizás sea exagerado llamarlo nuevo modelo de dominación, pero también es poco preciso hablar de “nueva” derecha.<span style=""> </span>Creo que más justo es decir que la derecha adquiere nuevas formas. Esta formulación tiene la ventaja de dejar ver más claro aún que en estos días la derecha está dentro y fuera del Estado y del gobierno y, en todo caso las diferencias representan matices diversos de intereses o bien mayor o menos inteligencia para la dominación. Por ejemplo, es evidente que la discusión por las llamadas retenciones a las exportaciones es una pelea por intereses y al mismo tiempo deja a las claras que hay un sector —el de los agronegocios— que no comprende que parte de esos subsidios son empleados en la política asistencial que contiene millones de personas que en otras épocas estarían<span style=""> </span>quemando campos de soja, así como durante el cordobazo destrozaban las instalaciones de la empresa xerox.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span>Por eso es que afirmamos que la izquierda perdió definitivamente su identidad,<span style=""> </span>hasta su razón de ser, cuando compró el mito del Estado de Derecho, como si este fuera parte de su acerbo y no un producto burgués. En esto hay responsabilidad en parte de de algunos exiliados que se vinieron con ese mamotreto bajo del brazo. Otra parte de responsabilidad la tienen los sobrevivientes o descendientes de sobrevivientes que identifican “derechos humanos” con las utopías por las cuales nos jugamos la vida en los setenta. Dicho de otro modo: identifican Justicia con condenar a los militares que ejercieron el terrorismo de Estado. La paradoja es que esa “justicia” se ejercerá con la vigencia del Estado de Derecho, será justicia burguesa. No tiene nada de malo, al contrario, bienvenida sea, sólo que no es por la que lucharon sus padres.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Claro, hay que tener en cuenta que en esta degradación de valores y conceptos, también tiene su importancia el derrumbe del Sistema Socialista Mundial, como ensayos de sociedades superadoras del capitalismo.<span style=""> </span>Y, lo que es para nosotros particularmente doloroso: Cuba, país que a cincuenta años de la revolución más formidable de América después de la mexicana, hoy tiene el 80 por ciento de sus tierras improductivas e importa, nada menos que de los EE.UU, parte importante del ochenta por ciento de sus alimentos, a pesar del bloqueo. Encima políticamente está más cerca de la monarquía que del socialismo marxista.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >¿Chavez y el socialismo del siglo XXI? Cualquier argentino de mi edad puede asegurarles que en 1946 Perón, en apenas diez años, que son los que lleva ya el Venezolano, creó un estado de bienestar productivo, una nación que producía prácticamente todo lo que consumía. Con un poco más de modestia se lo llamó “socialismo nacional”. <span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Si amigos, perdón por mi tono irónico, pero lo que ocurre es muy duro. O dicho de otra forma, vivimos un periodo histórico de especial reacción.<span style=""> </span>Claro, este punto de vista es contradictorio con quienes piensan que en América Latina es diferente al resto el mundo.<span style=""> </span>Sin embargo a excepción de Bolivia, en donde la activa presencia indígena obliga a mirar con otros ojos, en el resto, progres más, progres menos, se vive el post- neoliberalismo….que no es el socialismo, ni siquiera una oleada “democrática” al viejo estilo, sino la forma que asume la nueva forma de dominación. Sin dudas que con mayores o menores talentos según los países, pero todos en la onda de la readaptación del capitalismo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span>Volvamos a nuestro nuevo modelo. Las palabras contención y asistencia son claves. Hay que recordar que cuando surgió el capitalismo en la historia, su rasgo fue incorporar a toda la sociedad a la producción; unos como empresarios, otros como obreros hacedores de plusvalía y una minoría como servicios. Quedaba fuera de la sociedad un grupo marginal <span style=""> </span>de “inadaptados” (delincuentes, prostitutas, vagos, linyeras, etc) que se los denominó “lumpen proletariado”. La desocupación era transitoria y estaba destinada <span style=""> </span>a regular el precio de la mano de obra por la ley de la oferta y la demanda. <span style=""> </span>La función del Estado era armonizar el sistema, cuidar que cada clase social hiciera lo que le correspondía de acuerdo a las leyes.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Pero a los largo de los siglos la producción fue requiriendo cada vez menor mano de obra, al punto que hoy en día, los “marginados” no son un grupo de “lumpenes” <span style=""> </span>sino una porción muy grande de la sociedad para quienes el capitalismo actual no tiene lugar. Dicho en forma cruda, están demás.<span style=""> </span>Pero no se lo puede hacer desaparecer, por lo tanto el Estado los debe contener.<span style=""> </span>Para el capitalismo es más productivo reducir la mano de obra a costa de subsidiar el mantenimiento de los desocupados crónicos<span style=""> </span>(planes de contención) que regular los métodos de automatización del trabajo de manera que se mantenga la plena ocupación. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Dicho de otra forma: prefieren pagarles para que no trabajen, eso es, en última instancia el asistencialismo que ejerce el estado que expresa los intereses de ese modelo productivo. <span style=""> </span>Y ese es precisamente el aspecto más irracional del sistema capitalista.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Esto es así y nuestro cometido debería ser intervenir para conocer a fondo y estudiar hasta descubrir por donde enfrenarlo y establecer una resistencia eficaz. Pero ocurre que la mayoría de las organizaciones de izquierda, lejos de combatir el asistencialismo, tienden a afirmarlo.<span style=""> </span>Ocurre en todos lados, pero particularmente en nuestro país lo es a partir del 2001, cuando las organizaciones de izquierda mostraron más temor al “caos” resultante del espontaneísmo de masas que ellas no pudieron liderar, que al orden burgués. <span style=""> </span>Por lo tanto pasaron a colaborar con la burguesía para contener a las masas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >¿Ignorancia? ¿Falta de conciencia? ¿impotencia? ¿Estupidez?...Hay un poco de eso y hasta les doy esa chance…pero no, desgraciadamente estas cosas son las que nos hacen poner en dudas cuando algo es ingenuamente inocente o se trata de franco cinismo. Porque resulta que parece ser bastante sabroso y rentable contar con recursos<span style=""> </span>financieros<span style=""> </span>estatales para organizar marchas disciplinadas (nada de espontaneismo pequeño burgués) uniformadas, embanderadas, marchantes ordenaditos , prolijos y bien vestidos y equipados como niños de una buena escuela, que muestren nuestras fuerzas y capacidad militante… o sea nuestra razón de ser.<span style=""> </span>De manera que ahora el Estado no sólo subsidia la desocupación sino también la cuota del afiliado y hasta la renta del funcionario de partido.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >La aún llamada izquierda dejó de ser, insisto, porque la razón de ser de su origen fue la lucha contra el Estado y ahora pasó a luchar contra el gobierno o sea, pasó a ocupar un lugar dentro del Estado, por lo común lugar de oposición porque no le da el cuero electoral par más. Tanto es así que con frecuencia apoya a la “derecha” opositora porque están contra la “derecha” en el gobierno.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Esto referido a la izquierda orgánica, si vemos lo que pasa en la intelectualidad, el panorama es más negro aún, pero los mecanismos y las razones son más o menos las mismas. También <span style=""> </span>el Estado ha logrado al fin encontrarles su precio. Desde luego que hay excepciones, de lo contrario yo no estaría escribiendo esto, ni La Fogata me lo publicaría; somos parte de la excepción.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Más que de excepción convendría hablar de la existencia de otro movimiento cuyo rasgo es la resistencia y la lucha contra el Estado de hecho, sin definiciones ideológicas, a punto tal que en algunos casos ni siquiera se sabe que es una lucha antisistema. Este movimiento de hecho, que carece de centro, lo componen quienes se movilizan para oponerse a aquello que es esencial al modelo productivo actual y que perjudica a la población. (explotación de los recursos, tierra, mares, minería, pasteras y oposición tenaz a todo lo que sea monoproducción) (piénsese que monoproducción es también depender en forma exclusiva del petróleo o del turismo habiendo tierras para garantizar la soberanía alimentaria)<span style=""> </span>Este movimiento apenas se ve, no poque sea chico, sino porque está debajo de la superficie, carece de dirigentes y la TV no lo registra.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><span style=""> </span>Por ahí, por se lado los marxistas deberíamos buscar el sujeto, sin prejuicios ideológicos ni infantiles conceptos clasistas que aún tienen arraigados algunos setentistas de origen pequeño burgués que todavía hablan “de la clase”; de la “conciencia de clase” y hasta del “miedo de clase” (parece ser que el miedo “obrero” es diferente)</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" >Examinar cómo la consolidación de la sociedad posindustrial, o sea de esta nueva faz del capitalismo, desplaza irremediablemente al sujeto “proletario” de su centro. Pero no es que se “amplia” en forma sumatoria y de ese modo la izquierda cree<span style=""> </span>que es ir agregando temas y consignas a los programas (feminismo, ecología, racismo, inmigraciones, biotecnología, etc)<span style=""> </span>No, no se trata de una suma, se trata de un cambio cualitativo que incluye cambios en la centralidad y que supera muchas taras del pasado y nos permite repensar el tema y hasta la propia necesidad de sujeto. También es imprescindible repensar el contenido de las palabras izquierda o derecha, para ver que ya no se trata de una división en cómo se administra un modo de producción, en el sentido del reparto de sus beneficios, sino en cuestionar un tipo de desarrollo productivo que pone en riesgo la civilización. <span style=""> </span>O sea, ahora es una cuestión de vida o muerte. Izquierda pasará a ser todo lo que facilite y se juegue por el desarrollo de la vida.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /><span style=";font-family:Verdana;font-size:85%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><span style="font-size:85%;">Por ese</span><span style=";font-size:85%;" > </span><span style="font-size:85%;">camino podemos ver falsas antinomias y evitar el</span><span style=";font-size:85%;" > </span><span style="font-size:85%;">maniqueísmo que pretende que tomemos posición a favor del gobierno o de los agronegociantes con el argumento de frenar a la “derecha”: estamos contra ambos porque ambos son derecha, como hoy debe de ser calificado de derecha todo partido, socialista, comunista, trostkista o cualquier ista, </span><span style=";font-size:85%;" > </span><span style="font-size:85%;">que impulse un modelo de desarrollo que acentúe la monoproducción, </span><span style=";font-size:85%;" > </span><span style="font-size:85%;">y un modelo político que se apoye en la canonización del Estado de Derecho y tienda a infinitas reelecciones en sucesión monárquica. </span><span style=";font-size:85%;" > </span><span style="font-size:85%;">Esa es la no-vida. </span><span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:10pt;" ><o:p> </o:p></span></p>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-61074306987248597162009-08-17T03:46:00.004-03:002009-08-17T03:51:24.077-03:00ENTREVISTA A LUIS MATTINI POR SU NOVELA EL SECRETO DE LISBOA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPl9pPEm7g84uVolpSvdYjPZ2yUdsUKstaNdE2wsOHp2VvyWbnbcgb-w0ofnEHfu3F3Ke7gdm-YHatwRWHlMUB-SssKOe1iuS09JEEFpsxUuGAMZ3hWFP1Dc3fJMjFZ5oeYgnioTq7A3o/s1600-h/faro2.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px; height: 134px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPl9pPEm7g84uVolpSvdYjPZ2yUdsUKstaNdE2wsOHp2VvyWbnbcgb-w0ofnEHfu3F3Ke7gdm-YHatwRWHlMUB-SssKOe1iuS09JEEFpsxUuGAMZ3hWFP1Dc3fJMjFZ5oeYgnioTq7A3o/s200/faro2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5370821396472245010" border="0" /></a><div style="text-align: justify;" class="logosuple top12"><p class="volanta piefecha"><span style="font-size:85%;">Lunes, 17 de agosto de 2009</span></p> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="volantasuple"><span style="font-size:85%;">LITERATURA › ENTREVISTA A LUIS MATTINI POR SU NOVELA EL SECRETO DE LISBOA</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><h2 style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><span class="cespectaculos">“La ficción es mucho más convincente que el ensayo”</span></span></h2><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="intro"><span style="font-size:85%;">El escritor y ex militante entabla una suerte de diálogo generacional en el que despunta una morfología del deseo. Así se suceden un secuestro, preguntas incómodas sobre el pasado, el rescate de la ética revolucionaria y una crítica al machismo de los ’70.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> <span style="font-size:85%;"><a name="formu_mail"></a></span> </div><div id="xmail" style="display: none; text-align: justify;"> <form action="/usuarios/enviar.php" method="post" name="formu" onsubmit="return check_enviar_nota()" id="form_mail"> <div class="cerrar">[<a href="javascript:;" onclick="mail(1)">cerrar</a>]</div> <h4>Comparta esta nota con un amigo</h4> <table style="text-align: left; margin-left: 0px; margin-right: 0px;"> <tbody><tr> <td>E-Mail de su amigo</td> <td><input name="amigoemail" type="text"></td> </tr> <tr> <td>Su nombre</td> <td><input name="nombre" type="text"></td> </tr> <tr> <td>Su E-Mail</td> <td><input name="tuemail" type="text"></td> </tr> <tr> <td> </td> <td><input name="url" value="/diario/suplementos/espectaculos/4-14972-2009-08-17.html" type="hidden"><input value="Enviar" name="enviar" type="submit"></td> </tr> </tbody></table> </form> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="autor"><span style="font-size:85%;">Por Silvina Friera</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="margen0"><span style="font-size:85%;">La historia que cuenta Luis Mattini en su segunda novela, El secreto de Lisboa (Peña Lillo, Ediciones Continente), es increíble, pero sustancialmente cierta, parafraseando el epígrafe de Borges que preludia el nudo de un relato que se desatará ante los ojos azorados del lector. Una joven italiana, Mercedes, hija de una francesa y de un argentino que fueron militantes del PRT-ERP en los años ’70, desembarca en Caracas en abril de 2002. A su madre le dice que quiere ver de cerca “esa insólita revolución bolivariana”, que será el tema de su tesis de maestría. Pero el motivo del viaje es otro: entrevistar al “Tordo”, un veterano compañero de militancia de sus padres ahora confeso chavista, gravemente enfermo de cáncer, con la esperanza de que le pueda sonsacar la verdad sobre su origen, que ella supone confuso, y cuya madeja estaría en el secuestro a un empresario norteamericano en Lisboa, a fines de 1976 –en un operativo en el que su madre fue la pieza clave que puso el cuerpo–, para obtener el dinero que permitiría ayudar a un puñado de militantes varados en Brasil. Mientras el “Tordo” le da duro y parejo al whisky, “su mejor medicina”, y accede a que Mercedes, la “Tanita”, lo entreviste, comienza a construirse la ríspida gramática de un diálogo generacional jalonado por el presente venezolano, el golpe a Chávez que se cuela por la ventana de la narración. Pero también Mattini, el ex militante que se apropió literal y literariamente de su nombre de guerra para escribir ficción, se anima a despuntar una morfología del deseo, una política de la subjetividad, poco frecuentada por quienes abrazaron las múltiples avenidas que conducían hacia la militancia marxista.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">De las evocaciones que hace la “Tanita” sobre su propia pesquisa, previa al arribo a Caracas, emerge la punta de una de las primeras confrontaciones, al recordar el encuentro que tuvo con Rodolfo, uno de los protagonistas de ese “secuestro de novela”: “A mí me da risa, y rabia, porque cuanto más en detalle escucho las historias, más siento que vosotros eráis más delirantes que nosotros. No tengáis miedo, no los vamos a imitar, tendremos que inventar otro delirio”, dice la muchacha, en ese castellano castizo, achispado de tanto en tanto por algunos argentinismos. El “Tordo”, que ha hecho muchas cosas en la vida, y hasta admite que se disfrazó con una sotana para “una opereta”, en un momento le explica a Mercedes: “Metete en la cabeza que nosotros no éramos ni bohemios, ni delincuentes, y mucho menos terroristas; éramos combatientes en una guerra de liberación y había que guardar las formas civilizadas de la guerra. No lo considerábamos un secuestrado sino un prisionero de guerra. No estábamos robando, expropiamos al imperialismo, no pagaba él, pagaba la empresa con el dinero que obtenían expoliando a nuestros pueblos”.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">El hombre que nació en Zárate en 1941 como Arnol Kremer Balugano y sucedió a Mario Santucho en la conducción del PRT-ERP tiene un lejano parecido a Marcello Mastroianni, aunque es más alto y corpulento que el actor italiano. En el bar de Palermo, donde apura un café, nadie registra que ese señor de traje y corbata fue un indómito activista sindical y protagonista principal de las luchas políticas de los años ’60 y ’70. No hay bigote, ni barba, ni melena despeinada al viento que permita semblantear, al menos en la apariencia estética, las huellas de ese pasado “setentista”. De su voz grave, como una muralla infranqueable, emana una serena melancolía. “La única manera de poder reflejar la ética militante es a través de la ficción”, le cuenta a Página/12 su opción reciente por la narrativa. “Se supone que los hechos fueron más o menos reales, más o menos así, en todo caso no están para nada ablandados. Siempre tuve una gran pasión por la ficción, ha sido mi formación fundamental, que me viene de haber leído mucho. Pero nunca me había animado a escribir una novela. Empecé con Cartas profanas y después me animé con esta novelita. En este momento de semejante crisis ideológica y de valores, la ficción es lo que puede salvarnos. La ficción resulta mucho más convincente que el ensayo”, agrega el autor de Hombres y mujeres del PRT-ERP y los dos volúmenes de Los perros, entre otros ensayos.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–¿Por qué es mucho más convincente la ficción que el testimonio o el ensayo?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–Todo testimonio es una forma de ficción. Una cosa es el ensayo, donde uno busca la teoría, razona, analiza. Pero cuando la gente se refiere a un hecho en el que participó, está ficcionalizando porque en definitiva está contando cómo vivió esa parte de la realidad. Hubo una experiencia que me marcó mucho en este sentido. Hace dos años fuimos a dar una charla sobre el Cordobazo con varios protagonistas. Yo fui más que nada para hablar como ensayista, pero recuerdo que me sorprendió mucho cómo los protagonistas dieron testimonio sobre esa experiencia. En realidad, no tenían mucha idea de lo que estaban haciendo: intentaron hacer las cosas de una manera y salieron de otra. La ficción sirve para reflejar cómo alguien se propone algo, pero termina haciendo otra cosa.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–Aunque la “Tanita” admira a sus padres, también los cuestiona. Lo que más le molesta es ese silencio sobre ciertos aspectos del pasado que su madre no quiere contarle. ¿A qué atribuye esta reticencia de los padres a hablar? ¿Tuvo tanta mala fama la militancia que los propios militantes optaron por “autocensurarse”?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–Tengo dos hijos que eran chicos cuando yo militaba. Hace poco, hablando con mi hija, me preguntó por qué me publicaban las novelas. Le dije que tenía una historia, un prestigio por mi pasado militante, pero en realidad no sabía muy bien qué contestarle (risas). Ella me dijo: “Ah, bueno, qué suerte, por lo menos te reconocen algo, ¡fueron años tan tristes!”. A mí me sorprendió que me dijera eso porque para mí no fueron años tristes, pero ella estaba reflejando lo que sintió cuando era muy chiquita. Creo que en los padres hay dos tendencias. Hay padres que no digo que se arrepientan, pero de alguna manera están contrariados con su pasado, no reivindican del todo su historia. Pero también hay algo más grave y complicado. En la militancia de los años ’70, todavía hay cierto halo de clandestinidad, de “de eso no se habla”, “no se puede decir nada”. Me pasó con mi madre, que era militante, y sin embargo no quería decir que tenía un hijo desaparecido, por mi hermano. No lo decía no porque sintiera vergüenza sino por miedo a la conspiración. El personaje de la novela está orgullosa del pasado de sus padres, pero al mismo tiempo se pregunta por qué no hablan, qué les pasa, qué cosas ocultan.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–¿En qué personaje aparece enmascarado Mattini?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–Ay, pero esas son trampas de autor que no debería confesar (risas). En realidad yo soy Rodolfo, pero como autor me identifico con todos los personajes. El único invento total es el personaje de la “Tanita”.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Mattini cuenta que está escribiendo una nueva novela en torno del deseo. “He llegado a la conclusión, hace algunos años, de que la conciencia es necesaria, pero es insuficiente. Hay un elemento que nunca fue considerado por los marxistas, que es el deseo”, plantea el escritor. “Mi padre, que era carpintero, me enseñó de chico a leer libros. El me decía: ‘Mirá, nosotros somos pobres, nunca vamos a poder viajar, lo único que tenemos son los libros’. Mi viejo nunca imaginó que yo iba a viajar tanto.” La pasión de Mattini arrastró a la familia completa, padre, madre y hermano, hacia la militancia en el PRT-ERP. “En las organizaciones armadas tipo Montoneros o el ERP, cuando alguien caía preso los que respondían eran los padres y las madres, y muchos empezaban a radicalizarse y a acompañar a los hijos en la militancia”, repasa Mattini. “Mi hermano, que era dos años menor que yo, fue secuestrado en San Pedro, está desaparecido desde abril de 1976. Por la circunstancia en que cayó muchas veces, sospeché que a mi hermano lo confundieron conmigo. De todas maneras, aunque no lo hubieran confundido, él era un militante, pero yo era el dirigente”, aclara con la voz rasgada por el dolor de ese supuesto equívoco.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">De regreso a El secreto de Lisboa, revela que lo que más le preocupó de la escritura de la novela fue plasmar la inquietud que tenía esa chica con su madre. “La Tanita quiere hacer su propia historia y esto es un mensaje que lanzo para H.I.J.O.S. como institución”, dispara Mattini.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–¿A qué se refiere?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–Los militantes de H.I.J.O.S. están cometiendo, me parece, un error, y es que se quedan en lo que fueron sus padres. El único objetivo es recordar cómo fueron en aquella época; ¡pero esos chicos tienen que hacer la suya! Por eso la Tanita, que tiene pocas pulgas, le dice a la generación de sus padres: “A mí no me jodan con sus delirios, nosotros tenemos que inventar otro delirio”. A mí no se me ocurriría nunca decirle a un joven: “Hacé lo que hicimos nosotros”. Cuando me preguntan qué deben hacer, digo que no sé... que ellos tienen que inventar algo.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–En la novela también se atreve a mostrar a una generación muy consciente de la situación que atravesaba el país, pero al mismo tiempo muy ingenua. ¿Había espacio para la ingenuidad?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–No tengo una respuesta sociológica y ahora estoy hablando como ensayista. Las ciencias sociales no han logrado una respuesta a esto, no sabe cómo se producen ciertos fenómenos de los ’70. Recuerdo que una vez me preguntaron en una entrevista si creíamos en serio que íbamos a derrotar al Ejército. “Por supuesto, cómo no lo íbamos a creer”, les contesté. En esta convicción la Revolución Cubana fue clave, y a eso sumale el hecho de que los vietnamitas habían derrotado a tres imperios: los japoneses, los franceses y los norteamericanos. Vivíamos en un mundo donde los movimientos revolucionarios triunfaban y se avanzaba hacia el socialismo. Lo que nosotros no veíamos era la parte negativa, no quisimos ver al Che derrotado en Bolivia, mirábamos al Che de Cuba. Pero cuando murió el Che en Bolivia, su muerte se tornó en un desafío, había que recoger literalmente el fusil del Che. Yo quise reflejar también cierto grado de ingenuidad que teníamos. Me pregunto: si hoy apareciera un Guevara, ¿habría alguien dispuesto a seguirlo?</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–¿Cuál sería la respuesta?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–Soy muy escéptico... al menos yo no lo seguiría porque por empezar estoy fuera de época (risas). Lo que me más entusiasmó de hacer este tipo de novela fue intentar demostrar cómo para nosotros la dificultad, lejos de ser una traba, era un incentivo. No teníamos un mango, pero algo hacíamos para resolverlo. El secuestro que se cuenta en la novela fue un disparate, pero rescato ese espíritu de no dejar a nadie en banda y de jugarse por los compañeros. No nos dejábamos amedrentar; en una de las discusiones que tiene la “Tanita” con el “Tordo” ella le plantea que tendrían que haber buscado otra solución. Bueno, a lo mejor había... pero en los años ’60 y ’70 hubo una frase que para nosotros fue fatal: “Hay un único camino”. Nosotros nos movíamos en la vía del único camino...</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Los últimos rayos del sol, que comienza a ocultarse, caen en picada sobre algunos edificios y provocan un extraño efecto de irrealidad; el murmullo, la máquina del café, las tazas y las cucharitas tuercen el rumbo de los recuerdos, y de repente Mattini abre las manos como un prestidigitador: “¿En serio querés saber la historia de mi nombre de guerra? Agarrate”, advierte con una inflexión irónica. “Con un grupo de compañeros fui a entrenarme a Cuba. Pero resulta que, antes de llegar, estuvimos veinte días varados en Chile en la casa del MIR; hacíamos cursos y yo estaba todo el día tomando mate. Y uno me dijo: ‘Ahí viene Matini’ –recuerda–. Pero la historia no termina ahí. Cuando salimos, les pedí a los compañeros que llevaran cada uno cuatro kilos de yerba en la maleta. Eramos veinte, así que calculaba que la yerba me iba a alcanzar. Pero consumimos buena parte en Chile. Yo estaba de traje y corbata, con un nombre falso que ahora no recuerdo, y me di cuenta de que teníamos que comprar más yerba. Entonces vino un chileno con una bolsa de yerba, como si trajera carbón, y me fui con esa bolsa al aeropuerto. Cuando fui a chequear el tema del pasaporte, me pidieron un segundo apellido. Yo tenía veintipico de años y le dije: ‘¿Cómo segundo apellido? Nosotros no usamos. ¿Qué quiere, que lo invente? No tengo’. El hombre me pidió que no lo mirara de esa manera, que le dijera el apellido de mi mamá. Ahí me di cuenta de que, además de andar con un pasaporte falso, me ponía a discutir. ¿Te das cuenta de que no éramos perfectos?”</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–Bien de argentino cabrón, ¿no?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">–Exacto, entonces le dije: “Ay, disculpe. Mattini... y con doble t”. Cuando llegué a La Habana, bajé con el documento que tenía y con la bolsa de yerba y un cubano me dijo: “Oie, chico, ¿esto es ierba?”. Le aclaré que era yerba mate, “la que toma el Che”. Pero estaba prohibido entrar con yerba suelta y me la confiscaron. Entonces se empezaron a burlar y me decían: “Le quemaron la yerba a Mattini” (risas). Cuando volví de Cuba, decidí usar Luis Mattini.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><strong>–Como en la novela mezcla realidad y ficción, ¿es cierto que el secuestro se hizo con un arma de juguete?</strong></span></p><div style="text-align: justify;"> <span style="font-size:85%;">–Sí, éramos muy corajudos... había que tener coraje para hacer eso (risas)</span></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-14490182504077155262009-04-09T03:03:00.008-03:002009-04-25T12:18:30.652-03:00Demagogia sin reflexiones, por Luis Mattini<span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsoYbT6Rt9viogXyUToBFUFAkJefeRxoQO8dLff7RaJ1E1zC9gtjRQjF3xTkkDQTImUEBAcYEtyKCxl2hqYhgrGBHssPMI1OwH4kDLLx6KCuanbdsVpxby1ISarWe2C-d5LOtxuuPFCHA/s1600-h/museo+comandancia.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsoYbT6Rt9viogXyUToBFUFAkJefeRxoQO8dLff7RaJ1E1zC9gtjRQjF3xTkkDQTImUEBAcYEtyKCxl2hqYhgrGBHssPMI1OwH4kDLLx6KCuanbdsVpxby1ISarWe2C-d5LOtxuuPFCHA/s200/museo+comandancia.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5322571445084539570" border="0" /></a><br /></span><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; mso-layout-grid-align:none; punctuation-wrap:simple; text-autospace:none; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-TRAD;} p.Estilo, li.Estilo, div.Estilo {mso-style-name:Estilo; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:none; mso-layout-grid-align:none; punctuation-wrap:simple; text-autospace:none; font-size:12.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="Estilo" style="text-align: justify;font-family:arial;"><span style="font-size:85%;"> </span><span style="font-family: arial;font-family:arial;font-size:78%;" >Debo admitir que me resulta muy dificil de entender y explicar el disparate que acaba de escribir Osvaldo Bayer en “Reflexiones sin demagogia” en la que compara lo sucedido en Alemania en 1946 con Argentina en 1984; esto es, la derrota del nazismo, después de cuatro años de guerra entre formidables ejércitos, cincuenta millones de muertos y media civilización destruída,<span style=""> </span>con la retirada, más o menos en orden, de la dictadura de Videla.<br /></span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>En dicho artículo Bayer |parece desconocer que Nuremberg se hizo bajo la custodia de los ejércitos vencedores y aún así dicho Juicio dejó mucho que desear y con ribetes de colosal estafa. Los únicos ejecutados por crímenes de guerra, antisemitismo y racismo fueron unos pocos nazis, olvidando la colaboración activa de los racistas y antisemitas de los países ocupados por los alemanes. Además no se juzgó a los responsables de los criminales bombardeos aliados sobre objetivos civiles y las bombas atómicas sobre Japón. Para no hablar de los ex-nazis que continuaron en actividad reclutados por la URSS y los EE.UU como técnicos y agentes secretos. <o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Cierto es que, a pesar de eso, Alemania es la única Nación que, en efecto, hizo un proceso autocrítico, pero Bayer sabe que eso se hizo en la ex Republica Federal o sea en gran parte los socialdemócratas, quienes a su vez cargaban con la responsabilidad de haber asesinado a Rosa Luxemburgo y los espartaquistas el 1919. ¡Oh Paradojas del siglo veinte! en la post guerra fueron mucho mas consecuentes y eficaces para desnazificar que los comunistas. <span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>En cambio el juicio a los militares en Argentina, si bien está lejos de ser lo que seria nuestro deseo, es mucho más de lo que, no siendo vencedores, se pudo hacer, gracias a la tenaz militancia de una minoria. Porque no hay que olvidar que los militares no fueron derrotados por los argentinos, sino por los ingleses fuera del territorio nacional y que el </span><span style="font-size:78%;">tribunal que los juzgaba estaba rodeado por las armas de los acusados.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Además la experiencia y la edad nos obliga a reexaminar qué grado de disposición había en la mayoría de la población para respaldar la tenacidad de esa minoría militante de los derechos humanos. ¿O nos olvidamos de la verguenza del mundial 78? ¿Nos olvidamos también la concentración de masas borrachas de chovinismo vivando a Galtieri por la invasión al las Malvinas? ¿Cómo es posible que sigamos ignorando el injusto desdén e indiferencia de la población argentina con los ex combatientes, derrotados, famélicos y desarrapados tratados como basura después de haberlos mandado al frente? ¿O creerá Bayer que un “pueblo”, como él dice, (yo prefiero decir en este caso una población, porque se es pueblo sólo cuando se es sujeto), que no había superado semejante frívola ebriedad colectiva, sería capaz de “agarrar las armas” al hipotético grito de un presidente socialdemócrata para defender la democracia? ¿O le habrá creído al Partido Comunista cuando éste le ofreció públicamente a Alfonsin las Brigadas para recolección de café en Nicaragua al mando del “Comandante Mosqueda”, para reprimir a los carapintadas alzados? ¿Tanta fe tendrá Bayer en la Institución Congreso? ¿Y con qué fuerzas pensará que una Bicameral del Congreso de la Nación hubiera podido actuar? <o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Yo no tengo los 82 respetables años de Bayer, tengo 68, él es de una generacion anterior; tengo mi hermano de sangre desaparecido junto con cientos hermanos de lucha, muchos de ellos de la misma generación que Bayer. De cincuenta años de militancia pasé diez en el exilio, pero no me considero víctima, sino un permanente combatiente libertario, que en su momento empuñó las armas junto al sucesor del Che, Mario Roberto Santucho al que Bayer nunca entendió y, al menos hoy hoy reivindica.<span style=""> </span>Nunca lo entendió a Santucho como sí lo hicieron muchos de sus pares intelectua</span><span style="font-size:78%;">les y generacionales se jugaron con nosotros, aún siendo a veces críticos: Silvio Frondizi, Haroldo Conti, Rodolfo Walsh, Rodolfo Puiggros, Paco Urondo, Alicia Eguren,<span style=""> </span>por sólo nombrar algunos de esa larga lista con los que juntos hicimos la historia de la que ahora Bayer parece querer monopolizar .</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Por otra parte muchísima gente en América Latina, y bastante más allá de ella, revindica a La Argentina, como la única Nación que, con los errores y las agachadas de Alfonsín incluidas, y sin el respaldo del Ejército Rojo, metió presos a los </span><span style="font-size:78%;">militares. O sea que los cultores del Estado de Derecho, como lo es Bayer, al menos en sus escritos, deberían sentirse orgullosos de ello a pesar de las limitaciones del juicio, que por otra parte sigue su labor lenta pero inexorable. <o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"> En lo que a mí respecta, opino en cierto modo desde un costado, porque ni yo ni mis compañeros tuvimos como objetivo de lucha meter preso o fusilar a nadie, como no fuera en situación operativa por razones bélicas, sino crear un nuevo contrato social. Nosotros no luchamos por la democracia representativa y el Estado de Derecho, expresiones cumbres del estado burgués; y por eso precisamente, nunca hicimos el ridiculo de “exigirle” a Alfonsín que hiciera lo que hizo el Che Guevara en la Fortaleza de La Cabaña en La Habana.<br /></span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: arial;font-family:arial;"><span style="font-size:78%;"><span style=""> </span>De allí es que creo que la justicia con nuestros muertos es seguir luchando por ese mundo por el que ellos dieron la vida, por trasformaciones radicales de la sociedad, de modo tal que</span><span style="font-size:78%;"><span style=""> los déspotas que, con element</span></span><span style="font-size:78%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvEdK45mOlBSIhZRSSMqIF8Zyp1rm6Hpd3NRRdlbspNXJgus7sFMZZbZaNNkOUUFCjVNYyaY-X9fNADNuNisOCe-9sL6eVhOzV5y0n0ocYQheBZf35mwL-FLfFwTCKmMh_r-iUtQtcxL0/s1600-h/santucho.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px; height: 136px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvEdK45mOlBSIhZRSSMqIF8Zyp1rm6Hpd3NRRdlbspNXJgus7sFMZZbZaNNkOUUFCjVNYyaY-X9fNADNuNisOCe-9sL6eVhOzV5y0n0ocYQheBZf35mwL-FLfFwTCKmMh_r-iUtQtcxL0/s200/santucho.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5322571999458275890" border="0" /></a></span><span style="font-size:78%;"><span style="">al justicia, el aparato jurídico de este Est</span></span><span style="font-size:78%;"><span style="">ado, con la ayuda de los hoy amansados organismos de derechos humanos, pudieran condenar y</span><span style=""> </span><span style="">encarcelar, no sean reemplazados por otros déspotas vestidos de civil</span>.</span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Arial;font-size:10;" ><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-85630095218275773632008-12-02T05:19:00.003-02:002008-12-02T05:27:13.521-02:00SOBRE HISTORIA, MEMORIA Y OTRAS YERBAS, por Luis Mattini<o:smarttagtype namespaceuri="urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" name="PersonName"></o:smarttagtype><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><style> <!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; 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font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Por ahí oí que uno de los grandes poetas argentinos, Gelman creo,<span style=""> </span>propone un Congreso de <st1:personname productid="la Memoria" st="on">la Memoria</st1:personname> o algo por el estilo. Otras noticias hablan de una lectura jurídica de la memoria o de la historia. Algo de eso hace ese Señor Juez español, a quien no se le puede quitar ninguno de sus méritos cuando juzgó a Pinochet, pero que ahora quiere hacer un juicio al Golpe de Estado de Franco que desencadenó <st1:personname productid="la Guerra Civil" st="on">la Guerra Civil</st1:personname> Española.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Cabe preguntarse si los “juicios” de la historia pueden ser jurídicos, valga la redundancia.<span style=""> </span>También se podría afirmar que la historia es “eterna” por así decir, ya<span style=""> </span>que no conocemos su comienzo y menos aún cómo fue; en cambio<span style=""> </span>el Derecho, al menos ese que conocemos, tuvo un inicio y, según la creencia que compartimos los comunistas hormonales,<span style=""> </span>desaparecerá cuando se extinga la propiedad privada y el Estado.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Tampoco parece adecuado juzgar a la historia con el Código Penal vigente. En este sentido es posible observar que Nuremberg, más allá de sus tremendas limitaciones, a diferencia de<span style=""> </span>lo ocurrido en España, Argentina, Chile y otros países, podría decirse que juzgó y legisló al mismo tiempo. O sea los miembros del tribunal fueron jueces y parte. Una aberración jurídica desde el punto de vista del Derecho. Pero claro, el tribunal se encontró ante un hecho en apariencia inédito. A diferencia de los crímenes coloniales realizados por holandeses, ingleses, franceses españoles, portugueses, italianos, en Africa, Asia o América, contra pueblos no europeos considerados incivilizados, bárbaros o salvajes, la bota nazi se había atrevido a intentar aplastar a la civilizada raza blanca europea. Esa fue la peculiaridad de Nuremberg, juzgó a la raza blanca alemana por crímenes de guerra desde ángulos que excedieron lo experimentado jurídicamente hasta ese momento, por ejemplo, tratar el racismo como crimen. Y, en efecto, el racismo sólo fue considerado crimen cuando se volvió contra los blancos. Por eso la limitación principal de Nuremberg fue que juzgó sólo a alemanes y algún aliado de los nazis. El resto de los racistas europeos quedaron impunes. Al menos semejante tribunal debería haber sentado lo que se llama jurisprudencia, pero no fue así, porque que yo sepa,<span style=""> </span>no ocurrió lo mismo con los posteriores crímenes franceses en Argelia o los crímenes estadounidenses en Hiroshima, Nagasaki , Vietnam o Irán, sin olvidar los crímenes soviéticos en Polonia y otros.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Convengamos entonces que es ridículo<span style=""> </span>pretender revisar los procesos históricos y políticos con el Código Penal de cada país.<span style=""> </span>Si así lo hiciéramos nos llevaríamos más de una sorpresa. Baste recordar que al libertario judío Jesús, lo juzgó la “burguesía nacional” judía, con su propio código, por subversivo y el Imperio sólo se “lavó las manos”.<span style=""> </span>Es posible razonar entonces que Jesús sintió que para derrotar al imperio Romano había que empezar por subvertir su propio pueblo. Así el cristianismo es el resultado de una formidable subversión del judaísmo.<span style=""> </span>Ya veremos como esta parábola se repite en forma microscópica, claro, en <st1:personname productid="la Argentina" st="on">la Argentina</st1:personname> de los setenta.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Para ello conviene, dejar de lado el Derecho y hablar de historia y de memoria porque esa palabra está de moda.<span style=""> </span>Tengo para mí que a los argentinos nos pasa algo extraño con ese asunto de la memoria. Porque<span style=""> </span>comprendo y apruebo la importancia de la memoria del genocidio judío, perpetrado por los nazis, ya condenados por suerte mucho más allá del Derecho Penal. El pueblo judío ha conservado la memoria de su victimización como pueblo, como etnia, como cultura, como lengua, religión. Hicieras lo que hicieras o no hicieras, desde recién nacido hasta anciano, serías víctima porque eras judío.<span style=""> </span>Ese extremo irracionalismo es con toda precisión genocidio, porque el “crimen penado” es pertenecer a un pueblo.<br /></span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Pero en <st1:personname productid="la Argentina" st="on">la Argentina</st1:personname> no fue así.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>En <st1:personname productid="la Argentina" st="on">la Argentina</st1:personname> no eras víctima porque fueras argentino, católico, judío o musulmán. Ni siquiera eras demasiado víctima por ser “comunista”. Recuérdese que el Partido Comunista no fue ilegalizado durante la dictadura.<span style=""> </span>Sus dirigentes no fueron detenidos ni exiliados. Los militantes del partido comunista desaparecidos son muy pocos y en todos los casos porque eran muy activos en la lucha social o porque se solidarizaron con revolucionarios.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Por eso es que, en nuestro caso, la palabra genocidio sólo puede ser usada como metáfora, en el sentido de perseguir a un grupo humano por sus “creencias”;<span style=""> </span>y tiene más connotación histórica, referente al exterminio de<span style=""> </span>los aborígenes que a la lucha de los setentas.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Ni siquiera fuimos víctimas de un enemigo externo. Recuerdo que ese gran compañero de mis tiempos de Praxis, abogado, Aldo Comoto me comentó un día: “En Argentina la burguesía es una clase que asesina a sus propios hijos”. Elocuente como siempre Aldo, en esa oportunidad dijo algo fuerte. Parecería más apropiado hablar entonces de filicidio.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>También es posible observar que la clase ilustrada de nuestro país, tan apresurada para recoger palabras difíciles, sobre todo tan proclive al signo lingüístico anglo sajón, no adoptó esta precisa palabra heredada del latín, “filicidio” que se corresponde sin duda mucho más que las otras injertadas de los discursos en el ámbito internacional. En Argentina hubo, si señores, un filicidio. Además el filicidio y el parricidio simbólico es corriente en este país. Baste con leer la novela de Sigal, “El día que maté a mi padre”<br /></span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Tratemos entonces de ver cómo podría ser nuestra<span style=""> </span>“memoria”.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Pienso que no se puede hablar de memoria, y con este tipo de fragilidades, si no vemos la historia.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Claro, se puede decir que en <st1:personname productid="la Argentina" st="on">la Argentina</st1:personname> lo que sobra es historia, mejor dicho historiadores…sobre todo cultores del llamado “revisionismo” (Esos feriantes de textos sobre historia que saludan alborozados cuando alguien arroja bombitas de bleque o de pintura a los bustos de Sarmiento, Mitre o Roca. Parecen creer que revisionismo histórico y revolucionarios históricos son sinónimos) Pésimos discípulos de Hugo Wast, —seudónimo de Gustavo Martínez Zuviría aquel escritor revisionista enfermo de antisemitismo quien, eso sí, amaba paternalmente a los indígenas, a los “mansos” claro—, no caen en cuenta que mientras ellos ponen toda la energía en empujar para voltear el monumento al General Roca aquí, en Buenos Aires, los aborígenes vivos, reales, actuales, no "históricos", sufren el genocidio en este momento, a manos de los sojeros o de algunos gobernadores de provincias.<span style=""> </span>Por eso hay cierta verdad en eso de que sobran historiadores, pero estamos hablando de hechos que son contemporáneos, y usamos provisoriamente la palabra historia, solo por comodidad. Además, si nos proponemos hablar en serio, contamos también con<span style=""> </span>magníficos historiadores que hacen escuela y en un futuro se ocuparán con<span style=""> </span>calidad profesional de estos hechos.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Lo que quiero significar ahora es que los hechos son tan contemporáneos que todavía hay cientos de protagonistas a los que deberíamos escuchar, como escuchamos esa cantinela de los pasivos testigos de la época, que están de moda impulsados por los adulones interesados de siempre, y ahora directamente pagados por el gobierno, y que se van apropiado de esa historia. Porque claro, pareciera que el hecho de no haber cometido errores, les da derecho a aceptar que bauticen con sus nombres ciertas instituciones “populares” y al monopolio de la palabra. Y no sé si es<span style=""> </span>necesario aclarar que no cometieron errores porque actuaron siempre desde el balcón.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Como yo soy uno de esos protagonistas, y a pesar de que como tal cometí muchos errores, o por eso mismo, voy a tirar la primera piedra. Pero insisto, hay varios miles de protagonistas que pueden tirar andanadas de piedras.<span style=""> </span>Veamos entonces:<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Le guste o no le guste a más de uno, sobre todo a los que llegaron tarde, en <st1:personname productid="la Argentina" st="on">la Argentina</st1:personname> de los sesenta-setenta hubo un movimiento revolucionario. Y lo digo con todas las letras, r-e-v-o-l-u-c-i-o-n-a-r-i-o. Pero aclaremos: no lo fue por sus doctrinas, que eran diversas y las más de la veces difusas, sino porque su mayor virtud fue la decisión del hacer, no de “mandar a hacer”<span style=""> </span>o “pedir que se haga”, no de vivir con petitorios, no de reclamar a otros, no de pedigüeñar al Estado, sino del hacer, de tomar en manos propias los asuntos políticos y sociales y, claro, también de intentar tomar el poder con sus manos porque lo creíamos necesario. Todo eso conforma lo revolucionario, hechos,<span style=""> </span>no programas en el papel ni ideologías borrachas de palabras. Hechos, los “setentas” fueron hechos.<span style=""> </span>Podemos admitir que esos hechos a veces intentaban ser explicados con largos discursos, para que la trascendencia de la oralidad justificara la inmanencia del accionar.<span style=""> </span>Pero no dejaban de ser hechos.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>A ellos, a esos que no realizaban una marcha todos los días, financiada con recursos estatales, para pedirle al Estado que haga tal cosa, sino que se organizaban para hacer, con recursos financieros propios (legales o “ilegales” porque nunca se creyeron en el “estado de derecho”); a ellos, que no confundían el Estado con el socialismo, a ellos que no marchaban con banderitas con imágenes del Che como si fueran a catecismo, para colmo “nacional o popular”, sino que llevaban la bandera con la estrella roja de cinco puntas, cada una uno de los cinco continentes, simbolizando la desaparición de las naciones, el Estado y los caudillos de derecha o izquierda; a ellos que imaginaban en cientos de detalles como sería el soñado socialismo, desde como serian las viviendas, la forma de reunirse a comer, de vestirse, trabajar, y de la inconmensurable libertad para el arte, las formas del amor, en fin, a ellos, que hicieron de la militancia una forma de vida, una manera de vivir existencialista que ya contenía embrionariamente el comunismo; a ellos que la sufrían y la gozaban; no a los testigos que la miraban de afuera cuidando no ser salpicados,<span style=""> </span>a ellos, digo, a los protagonistas sobrevivientes, se les puede preguntar por qué creen que fueron reprimidos de esa forma atroz con la institucionalización de la desaparición forzada de miles de activistas.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>También a ellos se les podría preguntar cómo sienten este tratamiento jurídico y explicaciones de irracional institucionalidad a tamaña represión a esa enorme riqueza de sueños y proyectos políticos sociales.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Porque, en efecto, uno de ellos, de los protagonistas, el escritor Caparrós, afirmó hace poco que banalizar los hechos, –yo agrego demonizar a los actores–, de modo tal que decir que una banda de demonios uniformados reprimieron con bestialidad, secuestraron y desparecieron a grupos de chicas y muchachos, vírgenes e<span style=""> </span>inocentes, que sólo pedían ciertas mejoras<span style=""> </span>económicas o sociales, ignorando sus proyectos<span style=""> </span>de sociedad, es hacerlos desaparecer de nuevo.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Entonces no es ocioso preguntarse de qué “memoria” se habla. Quizás se trata de conservar la memoria de las desapariciones. En tal caso sería como encerrar la vida de esas personas bajo la categoría de “desaparecidos”. No puedo evitar pensar en mi hermano Rodolfo, además de compañero, militante del PRT, combatiente del ERP, sindicalista, de tan chispeante humor y plenitud de vida, que cuando<span style=""> </span>veía una gran obra privada, un gran hotel por ejemplo, digo, esas construcciones de lujo para usos superfluos que hoy admiran los yuppies en Puerto Madero, él decía, “Fa!! Que lindo, qué maravilla!!! Cómo van a llorar cuando se lo expropiemos para hacer un hospital de niños”. Pienso que ponerlo en la memoria como “desaparecido” es negarle esa<span style=""> </span>potencia creadora. Como dice Caparrós, es desaparecerlo definitivamente. Así planteada la memoria es, en el fondo admitir la derrota más absoluta. Sería memoria de la derrota. (La única virtud de la derrota es que es la madre de la victoria) pero entonces no es cuestión de memoria sino de recordar hechos con motivos pedagógicos, es decir para aprender de los mismos.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>No, la memoria no puede ser una lista de nombres con la categoría de “desaparecidos” palabra que pareciera reemplazar al ataúd.<span style=""> </span>La memoria sobre hechos que ya están siendo historia, no es ni esa lista macabra, ni los textos de programas ni los bla, bla de la época: La memoria no puede ser la trascendencia de esas listas, esos programas, esas ampulosas declaraciones, esas teorías, esas doctrinas, cada una válida o no, según época y sólo atendibles, recopilables, rescatables para análisis racionales y estudios específicos. No, no, de ninguna manera, la memoria deberá recopilar el recuerdo vivo de cada uno de ellos en la inmanencia de sus actos, en su “hacer”, en sus pasiones, en sus “locuras”, en sus sueños imposibles. Porque esa es su herencia viva, no “desaparecida”, porque lo fundamental de esa época, insisto, fue la inmanencia, la acción, el hacer. Y convengamos que “el hacer” es la carencia mayor de nuestros días.</span></p><p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span style="font-size:78%;"><br /></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><span style=""> </span>Precisemos señores: el Terrorismo de Estado fue incalificablemente nefasto y el método de la desaparición de personas espantosamente criminal. Pero no fue “irracional”, logró al menos parte de un propósito inesperado de lo pensado racionalmente, y sin embargo eficaz como objetivo reaccionario.<span style=""> </span>Logró que durante décadas posteriores a la dictadura, incluso con gobiernos diversos, todo “programa”, toda acción “revolucionaria”, qué va!, incluso “reformista”, estuviera atravesada por los “desaparecidos”, por explicar perseguir y buscar “justicia” con los desaparecedores, sea ésta la cárcel o el paredón. Pero no por la decisión de hacer justicia, sino de “pedir” justicia, Así se consagró un tipo de activismo caracterizado por haber reemplazado “el hacer” por el pedir. O sea, esa “izquierda” o ese “progresismo” centró la actividad política, los programas y las acciones, no en continuar, incluso renovar, recrear, la obra de los desaparecidos, sino en su “culto”. No se dedicó tanto a pelear la justicia social<span style=""> </span>como habían hecho ellos, sino a pedir justicia con el destino de ellos.<o:p></o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify; font-family: georgia;font-family:verdana;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size:78%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Arial;font-size:11;" lang="ES-TRAD"><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" > </span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" >Y en esa notable deformación de objetivos, es impresionante como este activismo aprendió la regla de oro de la democracia preñada de sindicalismo: (los viejos recordarán la expresión traída de la experiencia de la clase obrera inglesa: tradeunionismo): ejercer el derecho al reclamo, a la petición, a ser “escuchados”. El método de lucha política excluyente es hoy el electoral y su complemento, el método de lucha social</span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" > </span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" >casi excluyente es la marcha tradicionalmente tradeunionista, la gran fanfarria,</span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" > </span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" >matizado con el corte de calles. Esta fuerte combinación es tan funcional al sistema político actual que el Estado ha creado los instrumentos para incentivar o contrarrestar, según convenga en cada caso. Es notable como el gobierno, al apropiarse y declamar el sentido trascendente de la lucha de los setentas, el sueño de lo imposible, o sea lo épico, espectacular, inalcanzable incentivando e institucionalizando la memoria de los desaparecidos como tales, como desaparecidos y el “castigo” a los culpables, sólo a los uniformados, claro, sin incluir a los responsables civiles del Terrorismo de Estado, logró anular el recuerdo de la</span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" > </span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" >inmanencia, la presencia de aquel potente cotidiano, posible, alcanzable, concreto “hacer”, que fue el rasgo distintivo del guevarismo y la causa de fondo de la respuesta filicida y terrorista de las FF.AA. como instrumento de la clase dominante</span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" > </span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" >nacional en su conjunto.</span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" > </span><span style="font-family: georgia;font-family:verdana;font-size:78%;" >Qué “coincidencia”....el Imperio, como Poncio Pilatos hace dos mil y pico de años, se lavó las manos.</span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-9641385350635847012008-08-21T07:20:00.003-03:002008-08-21T12:48:02.485-03:00Las diversas formas de demoler<div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">La historia de los métodos de dominación para aplastar y demoler la lucha emancipatoria de los dominados es rica en variantes no siempre recordadas por los historiadores, o al menos por la memoria. Se recuerda con agudeza y franco dolor la derrotas brutales, sangrientas, con muchos muertos y de dolores vivos, como <st1:personname productid="la Comuna" st="on">la Comuna</st1:personname> de Paris, <st1:personname productid="la Guerra" st="on">la Guerra</st1:personname> civil Española, la revolución alemana, el Golpe del 55, el asesinato del Che o<span style=""> </span>Salvador Allende, etc. <span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">En cambio suelen olvidarse, o al menos recordarse con nostalgia, las revoluciones “traicionadas” como <st1:personname productid="la Revolucin Mexicana" st="on">la Revolución Mexicana</st1:personname>, <st1:personname productid="la Revolucin Rusa" st="on">la Revolución Rusa</st1:personname>, <st1:personname productid="la China" st="on">la China</st1:personname>, la de Nicaragua y…bueno, en realidad la inmensa mayoría de las que “triunfaron” en el sentido que habían logrado tomar el poder. Cierto es que, por lo general, en todos estos casos hay indignación y polémica, empezando por la revolución bolchevique, de donde tomé prestada la expresión “revolución traicionada”, de la boca de uno de sus hacedores: León Trotsky.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Pero existen más variantes de derrotas. Ahora me ocuparé de esta que estamos sufriendo los argentinos, y que más allá del dolor, de la indignación, nos produce una tremenda tristeza. Y esto es lo grave, porque el dolor y la indignación suelen ser estimulantes para la lucha, en cambio la tristeza en un conocido factor paralizante. Es nuestro caso, claro, no es el único, con un poquito que incursionemos veremos que parecería estar vastamente extendido por el mundo. Y también apuntemos que es imprescindible transformar la tristeza en indignación, en sentir como propia la bofetada en la mejilla del otro, como punto de partida guevarista para la acción.<span style=""><br /></span></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Pero antes de continuar, recordemos que la parte más feliz de la acción revolucionaria no ha sido “la toma del poder”, sino el proceso hacia tal fin. Como decía Don Quijote, lo importante es el camino, no la posada.<span style=""> </span>Este concepto es el que me llevó a afirmar en diversas oportunidades que aquellos años fueron los más felices de nuestras vidas, porque éramos<span style=""> </span>libres<span style=""> </span>a pesar de vivir bajo dictaduras o sistema de “estado policial”. Éramos libres porque supimos superar el lugar de “victimas”. <span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">Esta afirmación que molestó a más de uno, es compartida sin embargo,<span style=""> </span>por decenas de compañeros que han sobrevivido, incluso muchos con largos años de prisión y otros con exilios. Se niegan enfáticamente a ser considerados “victimas”. Pero eso no significa perder de vista que tal afirmación es desconocida o no compartida, por un lado por nuestros hijos, que en muchos casos eran niños que lo sufrieron, otros más pequeños que no conocieron a sus padres hoy desaparecidos; y por otro lado por nuestros ascendientes, aquellas madres y padres que no militaban en nuestras organizaciones.<span style=""> </span>Tanto unos como otros sí pueden ser considerados víctimas.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Por esas razones, unos y otros, hoy organizados en Madres de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S., Abuelas y otros Organismos, no conocían en rigor cuál era nuestro ideario. Los hechos<span style=""> </span>demuestran que hoy lo conocen con extrema vaguedad y con harta frecuencia asombrosamente distorsionados, o con diversos huecos, llenados<span style=""> </span>con naturalidad por la imaginación. A ello se agrega que los protagonistas sobrevivientes, tanto los ex presos como los ex exiliados externos<span style=""> </span>e internos,<span style=""> </span>no siempre hemos sabido defender esa historia, por razones que no es dable tratar aquí. <o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Ese vacío que dejamos fue ocupado rápidamente durante las primeras dos décadas inmediatas a la restauración Institucional, por la mayoría de la llamada izquierda tradicional, aquella que después de la aberrante Unión Democrática de los años cuarenta, y haber saludado a la “revolución libertadora” en 1955, descubrió el “ser nacional” en el peronismo y, más papista que el Papa, se vistió de peronista en los años sesenta. El problema es que no era peronista, nunca pudo tener su autenticidad, sólo adquirió sus ropajes en forma de farsa.<span style=""> </span>Después de la retirada de la dictadura, con los restos de los revolucionarios dispersos, y el peronismo algo maltrecho, esta vieja izquierda creyó que había llegado su hora. Parafraseando la frase hecha digamos que la tragedia se había transformado en farsa.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Era la misma farsa de su discurso revolucionario, o lo que es lo mismo, guevarista. Esa izquierda, que se apropió de una historia que no le pertenece, en los años sesenta y setenta había acusado a Ernesto Guevara de “aventurero”, y a nosotros, los autollamados setentistas porque involucra diversas identidades políticas, de “pequeña burguesía desesperada”, cuando no de agentes de <st1:personname productid="la CIA. Si" st="on">la CIA. Si</st1:personname> tiene duda de lo que aquí afirmo, revise los archivos periodísticos y documentales. <o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Como digo, se apropió de esa historia durante los primeros años post dictadura. Es curioso que, mientras tanto, la clase dominante manejaba la teoría de los dos demonios para asegurar la derrota de los revolucionarios de los setenta.<span style=""> </span>Sin embargo, pese a toda la machaca puesta allí, no logró su cometido, poco a poco se fue desarmando esa teoría. Hay que decir que eso fue obra en particular de las organizaciones Madres y Abuelas y los organismos de derechos humanos, quienes hasta entonces no habían podido ser comprados ni silenciados. Algunos protagonistas de la época y también investigadores serios, también<span style=""> </span>pusimos nuestro granito de arena mediante artículos, conferencias y libros.<span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Sin embargo, <span style=""> </span>después de la calamitosa caída de <st1:personname productid="la Alianza" st="on">la Alianza</st1:personname>, con interludio de Duhalde,<span style=""> </span>surgió Kirchner quien tuvo una curiosa habilidad: con un decreto realizó el programa de <st1:personname productid="la Izquierda Unida" st="on">la Izquierda Unida</st1:personname>, agilizando los juicios a los criminales de guerra.<span style=""> </span>Téngase en cuenta que en la lucha contra la teoría de los dos demonios, se fue conformando la idea de que los ideales<span style=""> </span>setentistas, los programas por los<span style=""> </span>cuales dejaron su vida, consistían en el restablecimiento del Estado de Derecho y los consecuentes juicios a los militares.<span style=""> </span>En eso consistía al programa de <st1:personname productid="la Izquierda Unida" st="on">la Izquierda Unida</st1:personname>, cuya consigna más difundida y agitada por la candidata a presidenta era “Cárcel a los genocidas”. <o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">Por allí fue por donde el ex presidente Kirchner supo encontrar<span style=""> </span>el precio de la jefa de Madres de Plaza de Mayo. Kirchner, a diferencia de Menem, no debe de haber leído a Sócrates, pero seguro que conocía aquella anécdota que cuenta que el invasor de Atenas<span style=""> </span>quiso comprar al filósofo, para lograr su complicidad y le dijo: <span style=""> </span>“Todo hombre tiene su precio” y para su sorpresa. Sócrates le contestó que sí, que<span style=""> </span>él también tenia el suyo. Y cuando el otro regocijado le preguntó cuál era, el filósofo respondió: “La libertad de Atenas.” La anécdota me inspira cierta asociación para intentar explicar lo inexplicable, o sea el grado de credibilidad que se le dio a Kirchner: es probable que <st1:personname productid="la Jefa" st="on">la Jefa</st1:personname> de Madres le dijera al ex presidente que su precio era la realización del programa social por el que habían luchado sus hijos, los jóvenes del los setenta, y Kirchner, puso enormes energías y voluntad en acelerar los juicios. De allí la única explicación a esa frase que quedó dando vueltas en el mundo “nuestros hijos están en el Gobierno”<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">Pero esto no es una genialidad de Kirchner. No es que Alfonsín, Menem o De <st1:personname productid="la Rúa" st="on">la Rúa</st1:personname> no se “avivaron”. Esto fue posible porque la política y la cultura pasan por un proceso de degradación de una gravedad nunca vista.<span style=""> </span>Dicho de otra manera, se puede comprar semejantes baratijas, como decir que el actual gobierno lleva adelante el ideario de los setentistas,<span style=""> </span>porque la historia nacional no recuerda semejante degradación de la cultura.<span style=""> </span>Insisto: la consigna central de <st1:personname productid="la Izquierda Unida" st="on">la Izquierda Unida</st1:personname> era: “cárcel a los genocidas”. Hoy Menéndez ha sido condenado a cadena perpetua y eso está muy bien, claro, no más generales asesinos...pero los indígenas del<span style=""> </span>Chaco están muriendo de desnutrición como consecuencia del afianzamiento de un modelo productivo asesino que inició Menem, continuó <st1:personname productid="la Alianza" st="on">la Alianza</st1:personname>, luego Kirchner y no hay señales que la actual presidenta lo modifique. Y ese modelo productivo está apoyado por el grueso del progresismo, que sigue soñando con el progreso como modo de emancipación. Ese modelo productivo que obedece a la etapa superior del capitalismo, ahora definitivamente en casa, está sostenido desde el punto de vista del “consenso” por la clase ilustrada, que acusa de todos nuestros males a una vilipendiada “clase media”. Sería bueno que esta clase ilustrada que no se percata de que es<span style=""> </span>clase media ella misma, leyera “La rebelión de las Masas” de Ortega y Gasset.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">Porque, por supuesto, es obvio que antes las clases dominantes manipularon la educación a su conveniencia y así teníamos la historia “mitrista”, la historia del despotismo ilustrado.<span style=""> </span>Con todo dentro de esas líneas, por un lado había cierta mínima seriedad y cierta creatividad (Por más que le fastidie a Norberto Galazzo, el Che llevaba en su mochila “Las guerras de las Republiquetas”, ah y casi me olvido, ese libro, escrito por el oligarca Mitre, también recomendado por Santucho, –no para escribir la historia sino para hacerla–, fue prohibido por la dictadura de Videla) Si, como lo escuchó, se prohibió un libro de Bartolomé Mitre!<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Por otro lado siempre hubo, pese a todo, pensadores y escritores subversivos. Claro eran tan “subversivos” que fueron también rechazados por la “izquierda” o por<span style=""> </span>el “nacionalismo popular”. Caso típico fue Luis Franco quien afirmó en 1962 que un Nuremberg de los pueblos hubiera fusilado a los cuatro: Hitler, Roosevelt, Churchill y Stalin por criminales de guerra.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>El problema es que a aquel despotismo ilustrado que ayer dominaba el sistema educativo y la industria editorial, hoy le compite<span style=""> </span>con ventaja una especie de “vaquerismo ilustrado”.<span style=""> </span>O sea “ilustrados” que no usan corbata sino vaqueros como forma de no ser “oligarcas”, pero que ni siquiera llegan a cierta creatividad de aquel<span style=""> </span>“alpargatas sí, libro no” o a colgar a Jesús y Beethoven como en la “revolución cultural” en China, porque en tal caso se hubieran vestido de bombachas y hoy seríamos una potencia capitalista como la patria de Mao. <o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Estos “ilustrados”, son muchos, un producto indeseado de la “democratización” de las Universidad, y hoy han invadido, por un lado el gobierno y por otro una insospechada penetración en los medios masivos, Clarín, P12,<span style=""> </span>Crítica, Perfil, puf, etc...las “Universidades Alternativas”, ni hablar de los panfletos de “izquierda”, Radio Nacional, Canal 7, diversas radios, en fin donde populan los ilustres<span style=""> </span>que bien podrían llamarse “Intelectuales a <st1:personname productid="la Carta" st="on">la Carta</st1:personname>”, muchos de los cuales en estos momentos, sueñan con ser montoneros resistiendo a un<span style=""> </span>golpe de Estado y parecen creer en serio que existe una<span style=""> </span>burguesía nacional. <o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Las clases dominantes, en tanto, ya no disputan los ámbitos universitarios como lo hizo en la época del despotismo ilustrado, no de ninguna manera, se encontraron que el trabajo de este “vaquerismo ilustrado” es mucho más eficaz. La clase dominante hegemónica, la que no guarda nostalgias de una refinada cultura “oligárquica” en el diario <st1:personname productid="La Nacin" st="on">La Nación</st1:personname>, la que protagoniza el Imperio en forma de agro negocios, agroindustria, automotrices y todos sus etc., parece ver con claridad que una buena manera de mantener la dominación, es precisamente con esta formidable, inédita<span style=""> </span>denigración de la política y de la cultura.<span style=""> </span>Olvídese de la “oligarquía” o el despotismo ilustrado... en todo caso ellos mantienen sus reservas en <st1:personname productid="La Nacin." st="on">La Nación.</st1:personname><span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;">Porque señores: una cosa no resiste la mínima lógica: los políticos tan vilipendiados como responsables de los males<span style=""> </span>actuales del mundo, no salen, como en otras épocas,<span style=""> </span>ni de las instituciones armadas o religiosas, ni de las logias especiales, ni siquiera en forma importante de las empresarias, salen de la universidad, o bien están rodeados de universitarios, porque de algo tienen que trabajar la masa de graduados. Algunos todavía del sindicalismo, particularmente de la parte de los trabajadores no manuales. Si reflexionamos a fondo sobre este<span style=""> </span>indiscutible hecho, quizás empecemos a pensar en la necesidad, no ya de una “reforma” Universitaria como la gloriosa del 18, sino una profunda revolución universitaria, que empiece por cuestionar a fondo el modo de conocer.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="Estilo2"><span style="font-size:100%;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p></o:p>Una cosa queda clara: el capitalismo ha alcanzado la hegemonía total, tal cual lo previera Karl Marx y con ello el punto de madurez para su superación. Reivindicamos las grandes batallas revolucionarias, con emoción y gratitud a quienes nos precedieron, a pesar de las derrotas. Las derrotas nunca son definitivas porque incluso la libertad está en la lucha, en la rebeldía. Pero la derrota más profunda ha sido cultural. La actual denigración de la política y la cultura lleva la marca del triunfo capitalista y está expresada en esta impostura y en estos vaqueristas ilustrados. <o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div> <p class="Estilo2" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><span style="font-size:100%;">Por suerte pareciera olerse en el aire que se avecina un nuevo ciclo de luchas, quizás como dice mi editor, un nuevo ciclo de treinta años. Es de esperar que esta vez no olvidemos una lección esencial del Che “elegir el terreno de lucha”. Tal como hicimos en los setentas huyamos de los comités, de los “locales”, de las universidades, incluidas las llamadas “alternativas”. (Digo huir en sentido político, no del empleo con el que nos ganamos la vida, docente, periodista, albañil, colectivero, o lo que sea, y que a veces nos seduce haciéndonos creer que desde allí hacemos la revolución)<span style=""> </span>Si logramos superar la fascinación por<span style=""> </span>el terreno con el que busca y logra seducirnos la clase dominante, no sólo el parlamento, sino esencialmente las academias, la universidad y los medios de comunicación, los sindicatos,<span style=""> </span>podremos entender por fin que ni la política ni la cultura emancipatoria está en esos ámbitos; la política y la cultura está en otra parte: descubrir dónde es esa “otra parte”, es haber asimilado en profundidad la herencia del Che.</span><span style=""><span style="font-size:100%;"> </span></span><o:p><br /><br /></o:p></span></p> <p class="Estilo2" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo2" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Estilo2" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="font-family:Arial;"><o:p> </o:p></span></p>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-85128765531076916662008-05-27T13:25:00.000-03:002008-12-10T18:45:42.971-02:00Cartas Profanas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQcFQv1mLgWdX1SKSiYOYa9LvDnGe33aJtU1ci7iIQU6Wxh4tl5aSF_70mTJDbB5ugxJy5TEsgIDyAZ591F_XgXUjaJ4_vq3ygTRk0qhQQhnntCXlKH6IUFQVxQsOJqo3T5Fk6uIHN7YE/s1600-h/cp.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205097080682182450" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQcFQv1mLgWdX1SKSiYOYa9LvDnGe33aJtU1ci7iIQU6Wxh4tl5aSF_70mTJDbB5ugxJy5TEsgIDyAZ591F_XgXUjaJ4_vq3ygTRk0qhQQhnntCXlKH6IUFQVxQsOJqo3T5Fk6uIHN7YE/s200/cp.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#009900;"><em><strong>Novela de la correspondencia entre Santucho y Gombrowicz</strong></em></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#009900;"><em><strong></strong></em></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#339999;"><strong>Luis Mattini</strong></span></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;color:#339999;"></span></strong></div><div align="justify"><em><span style="font-size:78%;color:#ff6600;">Ediciones Continente</span></em></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">El escritor polaco Witold Gombrowicz, refugiado veintitres años en Argentina, y Mario Roberto Santucho, el más radical dirigente de la guerrilla argentina en la década del '70, se conocieron y trataron cuando el PRT-ERP aún no existía. Un hecho de la realidad.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">El autor de Cartas Profanas asumió la jefatura de dicha organización armada, luego de la muerte de su comandante. Otro hecho de la realidad.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">En París, en el año 2002, un abogado argentino, ex militante de izquierda, pone en manos del azorado narrador de esta novela unas cartas -inéditas hasta ahora- que habrían intercambiado el escritor y el guerrillero durante los años '60. Otro personaje, un viejo historiador digno de crédito, sospecha que este abogado podría ser el traidor que llevó a Santucho a la muerte... ¿Realidad o ficción?</span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Mediante laboriosos hilos que entrelazan verdades y mentiras, y sobre un trasfondo de distintas épocas Luis Mattini urde una interesante trama en la que sobresale el perfil de dos hacedores sólo en apariencia muy disímiles entre sí: el orginal y escéptico escritor polaco, apasionado por el juego de la literatura y el último guevarista en sentido épico, apasionado por el deber ser de la revolución</span> </div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-61880408647456304122008-05-27T13:23:00.002-03:002008-12-10T18:45:43.181-02:00Los Perros 2<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmnj9L3QWi2CjjI8eO-0YxyNnCubZhTJ8AG9OhNqlxVOrc8nS11eNu52XJndRtgFjGJEuCkHoeAfIsSuJsFKifkPCeq7y_OBb6RND6rlQxCSrGKK5C8fz4BnWSh899jSrUmYjrVHfXH4M/s1600-h/Los_perros2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205094246003767074" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmnj9L3QWi2CjjI8eO-0YxyNnCubZhTJ8AG9OhNqlxVOrc8nS11eNu52XJndRtgFjGJEuCkHoeAfIsSuJsFKifkPCeq7y_OBb6RND6rlQxCSrGKK5C8fz4BnWSh899jSrUmYjrVHfXH4M/s200/Los_perros2.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="color:#009900;">Los Perros 2<br />Memorias de la rebeldía femenina en los ´70 </span></strong></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;color:#cc0000;">Luis Mattini</span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;color:#009900;"></span></strong></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong><em><span style="font-size:78%;color:#ffcc33;">Ediciones Continente</span></em></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong><em><span style="font-size:78%;color:#ffcc33;"><br /></span></em></strong>Este libro es la continuación de </span><a href="http://www.edicontinente.com.ar/Los%20Perros.htm"><span style="font-size:85%;">Los Perros – Memorias de un combatiente revolucionario</span></a><span style="font-size:85%;">, que desde su publicación por nuestra Editorial (junio de 2006), hasta el día de hoy, goza de una cálida recepción de parte de los lectores.<br />Como en aquél, aquí se reflejan esas “razones del corazón que la razón no entiende”. Pero esta vez el protagonismo les corresponde a diversas mujeres militantes. Y a partir de un testimonio vital indiscutible: la percepción emotiva del autor en su relación con ellas. Sin embargo, también aparece su visión personal de algunos varones setentistas (tal el caso del recientemente fallecido Enrique Gorriarán, entre otros).<br />Ni ensayo o investigación, ni memorias en sentido estricto, sino semblanzas y vivencias sobre seres humanos que el autor conoció siendo militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP) y situaciones en las que él mismo fue protagonista, durante la trayectoria de esta organización, en los años setenta. Así rescata, sobre todo, la vida, la alegría, el erotismo y la pasión de la militancia política de una época, en un conjunto de relatos que pueden leerse linealmente, al modo de una novela, o como amenas anécdotas independientes. No obstante el carácter casi coloquial del texto –que contribuye a la proximidad del lector con los personajes–, el autor no pierde oportunidad de volcar fuertes contenidos ético-conceptuales sobre aquel contexto histórico, que aportan al necesario debate sobre los años setenta en la Argentina.<br /></div></span>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-59098527092504059752008-05-27T13:13:00.000-03:002008-12-10T18:45:43.356-02:00Los Perros<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2SKCdd_bly8NLBXM9jRlGT_P3luz-AKFBmobP2jPOL9ibkqiKrc9381GwKnW9AoAopJgNxOVTZ87zrIQbJ_CvLwQyY2s7XonGhVbmqsRD0xMJ8v_UuhQ2W2NLiBDzT5CrG0F9xStoNkg/s1600-h/perros.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205092042685544210" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2SKCdd_bly8NLBXM9jRlGT_P3luz-AKFBmobP2jPOL9ibkqiKrc9381GwKnW9AoAopJgNxOVTZ87zrIQbJ_CvLwQyY2s7XonGhVbmqsRD0xMJ8v_UuhQ2W2NLiBDzT5CrG0F9xStoNkg/s200/perros.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="color:#990000;">Luis Mattini<br /></span><em><span style="color:#000099;">Los Perros<br />Memorias de un combatiente revolucionario</span></em></strong></span></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;color:#ff6600;">Ediciones Continente</span></strong></div><br /><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Este libro, de género mixto, recoge las vivencias personales del autor durante el nacimiento y apogeo de la organización armada Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) creado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en la Argentina, en la década del ’70. Un corte transversal de hechos fundantes, operaciones armadas, protagonistas, militantes, dirigentes, vida clandestina, sueños, realidades, valentías y miedos, odios y amores, que marcaron la vida política de ese período en nuestro país.<br />El autor se aleja del tratamiento de las cuestiones doctrinarias sobre estrategias y tácticas explicadas por la razón, para acercarse a las razones del corazón, a los deseos que estaban detrás de esos hombres y mujeres en sus circunstancias. Así, rescatando la vida, la alegría y la pasión militante, al lado de jocosas anécdotas que alivian la tensión del dramatismo de la acción armada y del terror represivo, desfilan —vistos a través de la retina del autor-protagonista con humor, amor, ternura, crudeza y hasta desparpajo— desde las desconocidas madres pre-Madres de Plaza de Mayo y militantes de base de peculiares características, pasando por dirigentes como Mario Roberto Santucho y Agustín Tosco, hasta el célebre general cubano Arnaldo Ochoa y el legendario Fidel Castro, despojados de pompas y charreteras.<br />El texto mantiene una cronología que permite leerlo como una historia lineal; pero también, al ser un conjunto de relatos acerca de personas y situaciones, cada uno de ellos puede leerse como amena narración independiente.</span><br /></p>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-22089981406697793952008-05-27T13:11:00.000-03:002008-12-10T18:45:43.825-02:00El encantamiento político<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglsPm6zYtI8jOvIbEfK8KpHHzdNKcQQYLmIjUF_K2KycgzrcLUZ7h0ycpS6SkYouQomBMu8pHTEYywNh0UCCedXQdF-yBv2JDR717fq8kaAoFchFkbSf4si-uf97wxJM84ihFbu-0w874/s1600-h/enca.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205091346900842242" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglsPm6zYtI8jOvIbEfK8KpHHzdNKcQQYLmIjUF_K2KycgzrcLUZ7h0ycpS6SkYouQomBMu8pHTEYywNh0UCCedXQdF-yBv2JDR717fq8kaAoFchFkbSf4si-uf97wxJM84ihFbu-0w874/s200/enca.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Subtítulo:<em><strong><span style="color:#006600;"> De revolucionarios de los ´70 a rebeldes sociales de hoy<br /></span></strong></em></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Autor: <span style="color:#cc0000;"><strong>Luis Mattini</strong></span> </span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><br /></span><strong><em><span style="font-size:78%;color:#ff9900;">Ediciones Continente</span></em></strong></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><br />Resumen: ¿Qué tienen en común los piqueteros, que protagonizan destacamentos de avanzada del conflicto social en Argentina, con las organizaciones armadas del ´70?<br /><br />Esta pregunta es el umbral donde el autor nos aguarda para introducirnos en un libro que es un ensayo y, a la vez, el producto de una apasionada lectura de las prácticas políticas y sociales de nuestro tiempo - de las que él mismo forma parte - y un aporte para los militantes de la nueva radicalidad.<br /><br />Libro provocador y político por excelencia, de interesante y heterogéneo contenido, que sin abjurar del marxismo revisa y cuestiona viejas prácticas de la izquierda e intenta comprender los mecanismos de dominación actuales, más allá de la estructura económica, y que además propone hipótesis de acción tendientes a la formación de una nueva subjetividad y una nueva praxis que rescate lo mejor del pasado, en el largo camino de nuestra liberación.<br /><br />El autor mete el bisturí en la llaga más profunda del movimiento popular, poniendo el acento en los distintos "encantamientos" que el capitalismo produce en quienes se proponen, con sinceridad, cambiar el mundo (o su barrio). Y desarrolla la propuesta de retomar la esencia del socialismo primitivo, en el sentido de transformar la sociedad desde abajo, a través de la materialización de la potencia del "poder hacer", pensando con el cuerpo y actuando con pasión y determinación.</span> </div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-46971818686201717372008-05-27T12:59:00.000-03:002008-12-10T18:45:43.933-02:00La política como subversión<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrTf_0ecgccEeGkE9g4-dCgytM8QE9SpM9Kr4q3Qd4OkTBXf_JQW81WgwmAQAY3dTo45bGjPC2fK-hISVaVsoKJPyD1v090KmpJ-26-8_HQpiJ14Gxb-7lSSoRP1p_jA3PMM2_6OFdSF4/s1600-h/politica.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205088374783473394" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrTf_0ecgccEeGkE9g4-dCgytM8QE9SpM9Kr4q3Qd4OkTBXf_JQW81WgwmAQAY3dTo45bGjPC2fK-hISVaVsoKJPyD1v090KmpJ-26-8_HQpiJ14Gxb-7lSSoRP1p_jA3PMM2_6OFdSF4/s200/politica.jpg" border="0" /></a><br /><br /><span style="color:#cc0000;"><strong>Luis Mattini</strong></span><br /><br /><br /><em><span style="font-size:78%;color:#009900;">Editorial De la Campana</span></em><br /><em><span style="font-size:78%;color:#009900;"></span></em><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;"><em>...Con la crisis de la modernidad, con el cuestionamiento al progreso sin límites se abre la posibilidad de replantearnos <strong>el comunismo aquí y ahora</strong>. Lo revolucionario, lo subversivo, la radicalidad, ya no sería un medio para llegar al comunismo. Es una exigencia, un movimiento creador, un disparador de nuevas iniciativas de relaciones sociales subversivas al sistemaaún en las entrañas del mismo. El <strong>fin estará en el medio y a su vez ningún medio será un fin en sí mismo</strong>. No se lucha por la libertad futura porque en la misma lucha está la libertad. De ahora en más la lucha carece de la garantía que nos dio el determinismo. Toda lucha es una apuesta y eso nos obliga incluso a revisar los parámetros de "éxito" o "fracaso".</em></span></div><div align="justify"><em><span style="font-size:85%;">Y el nuevo milenio podrá ser tanto el regreso de la barbarie, una especie de Edad Media altamente tecnologizada o el surgimiento de una nueva y <strong>auténtica Ilustración</strong> basada en una reconsideración sobre la objetivdad del tiempo y el reencuentro de la razón con los sentidos. </span></em></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4197858305027265719.post-22557013253083164632008-05-27T12:15:00.000-03:002008-12-10T18:45:44.097-02:00Hombres y Mujeres del PRT-ERP<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifY1N5swcacl7NbCq4n0lMD2l9kSVGJSUtTGvspHIt88GDbZfSyvZzklcdWTJz37hWfUMLbcoUiUVtmimjYhAcoBETx6uh-654lDrLC70Q4hlCbsYzpxCLCOCwrEdKfZ776wW3nHBqeTM/s1600-h/hym.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205086386213615330" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifY1N5swcacl7NbCq4n0lMD2l9kSVGJSUtTGvspHIt88GDbZfSyvZzklcdWTJz37hWfUMLbcoUiUVtmimjYhAcoBETx6uh-654lDrLC70Q4hlCbsYzpxCLCOCwrEdKfZ776wW3nHBqeTM/s200/hym.jpg" border="0" /></a><br /><div><br /><div><span style="font-size:85%;color:#cc0000;"><strong>de Tucumán a la Tablada</strong></span><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">Luis Mattini</span><br /></strong><br /><em><span style="font-size:85%;color:#006600;"><strong>Editorial: de la Campana</strong></span></em><br /><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Una insólita construcción subterránea con habitaciones para combatientes, biblioteca y polígono de tiro; una fábrica de subametralladoras en una casa cualquiera de Bs.As.: el supuesto "atentado" contra Balbín y las conversaciones con la UCR; qué fue, cómo funcionó la guerrilla rural en Tucumán...</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Anécdotas e interrogantes de la mayor guerrilla marxista de la Argentina, se develan en este libro, entre lo épico y lo documental, narrados por quien fuera su Secretario General desde la muerte de Mario Roberto Santucho hasta su disolución.</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Muchos temas desfilan tratados con rigor y detalle por Mattini -el desastre de Monte Chingolo; la caída de Santucho; la relación con Cuba y las diferencias con Fidel; el rico intercambio con el MIR chileno y Tupamaros; las contradictorias relaciones con Montoneros- en un trabajo dedicado no a "saldar cuentas" personales o políticas, o a hacer profesión de fe del arrepentimiento, sino a abrir interrogantes: ¿por qué fuimos derrotados? ¿cómo nos aislamos? ¿por qué la unidad con el peronismo revolucionario no fue posible? ¿por qué esta huella política dio hijos como "La Tablada"?</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Y también homenaje a una militancia que tomó las armas para cambiar de raíz la sociedad.</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Para cambiar la "sobrevida" por la vida. Un sobreviviente nos la cuenta por ellos, para que nosotros también sigamos vivos. </span></div><br /><br /><div align="justify"><strong><em><span style="font-size:85%;color:#006600;"></span></em></strong></div></div></div>Luis Mattinihttp://www.blogger.com/profile/01710051336865537191noreply@blogger.com0